Goebbels Ministro de Propaganda

El Ministerio de Ilustración Popular y Propaganda era uno de los pilares fundamentales del régimen nazi, y su sede se instaló frente a la Cancillería del Reich. Al principio se usaron edificios viejos en la Wilhelmplatz, pero no cubrían las necesidades de espacio y fueron ampliados con nuevas construcciones hasta 1938.
El amo de la casa era Joseph Goebbels, doctor en Germanística y brillante retórico con talento para la manipulación de personas. Aquel fanático radical consiguió a partir de 1926 montar una fuerte agrupación local del NSDAP en el “Berlín rojo”. Como jefe del “Gau” de Berlín, se ocupó de actuar con contundencia contra los adversarios políticos. Las batallas callejeras entre comunistas y tropas de matones pardos fueron tristemente célebres. En 1930 se convirtió en jefe de Propaganda del NSDAP y gestionó a partir de entonces con gran éxito las campañas electorales. Desarrolló una fanática lealtad a Hitler que le permitió ascender en el núcleo del círculo del poder. Fomentó con decisión el “culto al Führer”, que presentaba a Hitler ante amplias capas de la población como una figura salvadora y redentora. Su ministerio se creó en marzo de 1933, poco después de la toma del poder.
Hitler y Goebbels eran conscientes de que la represión y el terror por sí solos no podían crear una base de poder duradera, por lo que la misión del ministro de Propaganda fue la seducción y manipulación de las masas. El objetivo era, en palabras de Goebbels, “martillear y cincelar a la gente hasta que se rindan a nosotros”, así como lograr una “movilización espiritual” al servicio del nacionalsocialismo. Con este fin, su ministerio se hizo con un amplio control de la cultura y los medios informativos, y los sometió a una unificación política forzada. Se creó así una maquinaria de adoctrinamiento que influyó en el estado de ánimo de la población tanto de forma agresiva como sutil.
Una de las principales tareas era el control de la prensa. Se llevaba a cabo prohibiendo publicaciones adversas, intimidando y expulsando a gente que pensaba diferente y vigilando las redacciones. Un instrumento importante de manipulación era la “Conferencia de Prensa del Gobierno del Reich”, que se celebraba aquí cada día ante un personal cuidadosamente seleccionado. Se aclaraba lo que tenía que salir en el periódico al día siguiente.
También se aprovecharon las nuevas técnicas de comunicación. Goebbels vio en la radio un medio muy prometedor para alcanzar una amplia difusión de la propaganda estatal, y en esa medida se fomentó el medio radiofónico. Ya en el verano de 1933, en la Exposición Internacional de Radio de Berlín se presentó un aparato radiofónico barato. Este artilugio destinado a las masas recibió el nombre popular de “bocaza de Goebbels”, en alemán “Goebbelsschnauze”. Durante la guerra, la radio fue forzada a emitir más contenidos de entretenimiento y ocio y también a fortalecer la voluntad de resistencia.

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