“NO MORIRÁ” Y LA HISTORIA DE ÉXITO DE DLG Y LA CANCION QUE SU VOCALISTA DESCONOCÍA

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1995: Fue una salsa que puso a América Latina a bailar, sino que se declare culpable, quién no alzó las manos al bailar ese pegajoso estribillo que dice: “Y yo que hasta ayer solo fui un holgazán, y hoy soy guardián de sus sueños de amor, la quiero a morir”. DLG, fue una agrupación de la ciudad de Nueva York que apareció este año, de la mano del productor estadounidense Sergio George, la mente detrás de esa exitosa fórmula que combinaba salsa con reggae, hip hop y house.

Pero, para llegar a esta mixtura perfecta, había que pasar prueba y error, muchas veces. Hoy en Línea de Tiempo, te contaremos cómo surgió esta idea, cómo los caminos de estos chicos de barrio llegaron a la vida del productor neoyorkino, las historias detrás de sus canciones más exitosas y ese abrupto desenlace del que no existe fecha de reconciliación. Además, que DLG no habría sido una obra original, sino copiada.

Vayamos en un flashback a 1992. Sergio George se desempeñaba como productor musical y arreglista del sello discográfico RMM Records & Video de Ralph Mercado. Allí, había trabajado con grandes soneros como Tito Nieves; sin embargo, traía en la cabeza que se independizaría en algún momento y, para eso debía tener algo que hiciese mucho ruido, tanto, como para ingresar al mercado internacional de un solo tirón. Bueno, ese ‘algo’ había que pensarlo, y que mejor, si es cortándose el pelo.

Ese barbero del que habla se llama James “Da’ Barba” de Jesús y fue, quien le prendió ese bichito, para mezclar ritmos. Así, decidió fusionarlo con Tito Nieves en el tema You Bring Me Joy del disco Rompecabeza (The Puzzle) de 1993.

Para ese entonces, el reggae, el hip hop y otros géneros urbanos, estaban entrando con fuerza. Un buen día, Sergio decidió refundirse en el sótano de su casa y empezar a crear sonidos, aunque, no tuviera ni idea de lo que hacía, pues no era con lo que trabajaba diariamente; sin embargo, el productor ya tenía la fama de lograr ‘imposibles’, como la asiática “Orquesta de la Luz” que, sin manejar el español pudo convertirla, en una de las más exitosas.

Y ¿cuál sería esa canción perfecta?, Sergio tenía claro que debía sorprende al compositor Jorge Luis Piloto, pues era quien tenía influencia en la disquera Sony, una empresa con la que tenía un acuerdo de producción.

La mejor forma de sorprenderlo fue eligiendo un tema que Piloto había traducido al español del baladista estadounidense George LaMond que, en inglés está titulada como “No matter what”.

El sencillo vio la luz en 1990, aunque 3 años después, el mismo artista de la mano de Piloto, lanzaría la canción en español con el nombre: No morirá. Esa fue la ‘clave’ para que Sergio decidiera confinarse en su estudio y llamar a James “Da’ Barba”. La idea era empezar a experimentar con ritmos.

Ese barbero que rapeaba, fue el primer DLG, claro, en ese entonces, aún no lo sabía. Para que esta mancuerna funcionara, Sergio pensó en traer al cantante original. Sí, al mismo George LaMond; sin embargo, no contaba en que este solo alcanzaría a grabar la maqueta y luego desaparecería.

Al ver esto, James recomienda a Huey Dunbar, un jovencito que vivía en Queens, un barrio latino de Nueva York y que, a pesar de su gran talento, se desempeñaba como trabajador en McDonald’s.

Huey Dunbar, quien lleva por nombre real, Eustace Abu Sad Dunbar Rodríguez, de madre puertorriqueña y padre jamaiquino, se presentó al casting y Sergio quedó maravillado con su voz; sin embargo, no estaba preparado para ser solista y como todos debía empezar desde abajo. Así es como en 1994 participa como corista en la “Orquesta de La Luz” y de La India en su disco “Dicen que soy”.

Ya estando en una gira por Puerto Rico con La India, Sergio le envía la maqueta “No morirías” que había estado trabajando con George y James, para que lo vaya practicando y a su regreso, probar nuevamente si calzaba su voz.

Lo que te acabamos de mostrar es la historia resumida de que Huey pudo hacer una magistral vocalización; sin embargo, el mismo cantante ha dicho que no hablaba ni una sola palabra en español cuando grabó el primer disco y, para el primer sencillo “No morirá”, se sintió sumamente frustrado pues el tema no salió ese mismo día, sino tuvieron que esperar hasta la mañana siguiente.

Aunque tenía a Huey y James, el productor aún sentía que le faltaba algo para ser perfecto y, esa perfección, llegaría a modo de recomendación de su gran amigo Winston y era: Wilfredo "Fragancia" Crispín, un joven nacido en el Bronx que sí hablaba español y ya había hecho sus pininos en la industria musical con el dueto de merengue rap llamado “Sandy & Papo”.

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