WILLIE COLON Y LA CURIOSA HISTORIA DE GITANA | DOCUMENTAL

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1950: Si hay un término que define de cuerpo entero a William Anthony Colón, la leyenda viva que todos conocemos como: Willie Colón, es “bravo”. De nacimiento y también de formación. Esa bravura ha sido el sello indeleble de su vida y de su trayectoria artística, que comenzó profesionalmente a sus 17 años. Ese carácter indomable es quizá una de las claves de su éxito en más de 50 años de carrera musical.
Pero, ¿Por qué bravo desde su nacimiento? Willie y toda su familia no la tuvieron nada fácil. La Segunda Guerra Mundial había dejado devastada a Europa y Estados Unidos se perfilaba como una de las grandes potencias. Así que muchos, como la familia del salsero migraron para un mejor futuro. El problema surgió, cuando ese fenómeno masivo de migración, traería un contexto de pobreza y de conflictos entre las diversas nacionalidades que empezaron a convivir en un mismo espacio.

Debajo de la línea del metro y en aquellos edificios de apariencia poco favorable empezaron a instalarse aquellas personas que fueron ajenas a Estados Unidos, que convirtieron el Bronx, Nueva York en una zona marginada, olvidada e ignorada. Es en ese mismo lugar, en el que nace un 28 de abril de 1950, Willie Colón.
Fue criado por su madre y su abuela, Antonia Román Pintor, quien desde pequeño lo nutrió de la música de su país: Puerto Rico y, también de los ritmos típicos del repertorio latinoamericano como el son cubano y el tango. A los 11 años mostró atracción por los instrumentos de viento, iniciándose con la flauta, el clarinete, posteriormente la trompeta y finalmente el trombón que fue el que lo consagró, instrumento del cual se enamoraría gracias a Barry Rogers, el terror de los trombones.

Dato: El regalo de su abuela a los 11 años fue su primera trompeta valora da en 50 dólares, que equivalía en ese entonces, a dos semanas de comida familiar. Un esfuerzo que Willie Colón ahora entiende. No fue porque quería involucrarlo en la música, fue un intento desesperado por apartarlo del entorno de la delincuencia en la que ellos vivían, pues su padre estaba preso por varios delitos y no quería que su nieto tuviera el mismo destino. Sin embargo, al artista en las calles lo conocían como “El Malo”, según él dice, aprendió a defenderse porque en el Bronx no se vive, se sobrevive.
1967: Llega a su vida Johnny Pacheco, el creador junto a Jerry Masucci de la disquera Fania Records, quien lo invita a ser parte del proyecto que marcaría un hito en la historia de la salsa y de la música a nivel mundial. Colón, apenas cumpliría 17 años, pero su gusto por la música lo había catapultado a tal punto que se convertiría en uno de los referentes de la Fania All Stars, el grupo que reunió a los artistas más importantes de la salsa.
Escuchaste sobre ¿la banda ‘The Latin Jazz All Stars’?, pues fue la primera agrupación que integró Willie cuando tenía 14 años y todos cantaban en inglés. El grupo grabó con el sello Futura; sin embargo, nunca pudieron ver ningún disco, pues la disquera cayó en bancarrota. Precisamente, fueron estas grabaciones las que le abrieron las puertas con La Fania.

Si bien Willie tenía todos los elementos para llevar adelante su disco le faltaba un ingrediente mágico. Así que Pacheco nuevamente interviene y trae a Héctor Lavoe, quien en un primer momento rechazó la oferta, pues quería formar su propia agrupación; sin embargo, entendió después que era el nacimiento de la mejor dupla en la historia de la salsa.

Así vio la luz el disco “El Malo”, un álbum de 8 temas del cual destacaron: “Borinquen”, “El malo”, “Chonqui” y “Quimbombo”.

Este binomio produciría entre 1967 y 1973 un total de nueve álbumes de estudio y se constituyó en la banda más impactante de la escena, a partir del cual se homogenizó la propuesta musical salsera. Willie Colón armonizó las tendencias musicales del mundo anglosajón como el jazz, rock, funk, soul, r&b con la vieja escuela latina del son cubano, el chachachá, el mambo y la guaracha, añadiendo la nostalgia del sonido tradicional puertorriqueño, inscrito en la música jíbara, la bomba y la plena.

En los siguientes años lanzaron “The Hustler” (1968) considerado el segundo clásico del grupo y “Guisando” (1969). Ambos discos dejaron temas importantes como: Que lío, Eso se baila así y No me den candela.

Dato: A diferencia del álbum The Hustler, inspirado en la película clásica “El Buscavidas”, donde sale un Willie Colón posando delante de una mesa; la portada de “Guisando” se conforma como un dúo.
También es publicado “Cosa Nuestra”, álbum que consolida a la dupla salsera como una de las mejores bandas de la escena latina de Nueva York. De este disco, todos los temas incluidos serían éxitos inmediatos, como: “Che Che Colé”, “Juana Peña” y el bolero “Ausencia”.

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