NICOLA DI BARI, LO CONFUNDIERON CON UN ‘SEXY SYMBOL’ Y DEMOSTRÓ QUE NO NECESITABA SERLO PARA GANAR

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1940: Hablar de él, es hablar del cantante italiano más conocido para aquellas generaciones de latinoamericanos que crecieron en los años 60 y 70. Algunos lo llaman “El último romántico”, pero fue uno de los primeros italianos en darse cuenta de que más allá del Atlántico había también un público. Su nombre esconde una historia de 1700 años, y algunas de sus canciones más significabas, unas historias de película, hoy en Línea de Tiempo hablaremos del señor Nicola di Bari.

Su nombre real es Michele Scommegna y nació un 28 de setiembre de 1940, bajo el seno de una modesta familia de campesinos de Zapponeta, un pequeño pueblo al sur de Italia que, en aquel entonces, pertenecía a la comunidad de Manfredonia. Como indica su sitio web oficial, cuando Di Bari tuvo 10 años, se decidió que no sería campesino, como su padre y hermanos, sino que se esforzarían por hacerle estudiar. Y así fue, pues cursó la carrera de leyes; sin embargo, no se imaginó ni un solo momento que, ayudar a un anciano a vender sus helados le cambiaría la vida.

Todo empezó con un helado. Tenía 17 años cuando ayudó al heladero afónico al grito de ¡Gelato! era la fiesta del patrono del pueblo y, fueron sus amigos que le dijeron: ¿Por qué no cantas uno de los temas que haces durante el recreo en la escuela? bueno, a manera de juego lo hizo. Sí, descubrió su talento, jugando.

Di Bari logró atraer a tantos con su voz que logró vender todo. El primer sabor del éxito fue suficiente para que el muchacho de Zapponeta, aunada a la recomendación de aquel desconocido, cavilara la idea de irse para probar suerte en Milán. Pero, el camino al éxito no es tan dulce como un gelato italiano, para partir a esta ciudad, primero tuvo que ganarse la vida con lo que podía: fue camarero, aprendiz de albañil y empleado en un almacén discográfico.

La verdad es que nunca pensó en cantar, Tenía la voz gruesa, áspera y cavernosa. Era una voz atípica italiana muy criticada por expertos, pero que sorpresivamente, amada por el público.

Fue así, como notó que demasiado apellido para tanta intensidad. Michele Scommegna sabía que entre su voz "de arena", sus gafas rectangulares opacas, su gestualidad, su nariz poderosa y la italianidad de su pasaporte, el combo era excesivo. La estrategia fue bajarle un grado a la magnitud de su construcción artística. Desechó el nombre, desechó el apellido y adoptó la identidad de su santo favorito, Nicola Di Bari.

Ahora bien, ¿quién fue San Nicola di Bari? No solo un obispo que vivió hace 1700 años. San Nicola di Bari fue la figura religiosa que dio origen al mito de San Nicolás o Papá Noel, como muchos lo conocemos. Para el italiano, fue una buena decisión llamarse así porque fue el santo, quien siempre ha tenido una mano sobre su cabeza.
1964: En la década de los 60 comenzó su carrera musical; pero el tono de su voz no le permitió lograr el éxito con rapidez. Tres años antes de participar en el Cantagiro, ganó un concurso de canciones nuevas con una pieza suya, "Piano pianino", pero que al ser grabada pasó desapercibida y, no fue hasta 1964 que empezó a tener cierta notoriedad, luego de interpretar “Amor vuelve a casa”.

El 28 de enero de 1965, un joven de gafas carey hace su debut en el Festival de San Remo, sin imaginar, que este evento sería la vitrina para que, pocos años después, se convierta en uno de los grandes nombres de la más importante competición musical de Italia. Aquí lo vemos cantando el tema “Amigos míos”, el cual llegó a ubicarse entre los finalistas de aquel certamen.

Al inicio de este video puede escucharse al anfitrión de aquel festival, Mike Bongiorno, presentarlo así: “Nicola di Bari es nativo de Manfredonia y ha comenzado a cantar al lado de una pequeña tienda que vendía helados”.

Entre 1964 y 1967, Di Bari participó en muchos festivales y sus primeros logros le valieron la firma de un contrato con la importante casa discográfica RCA. De hecho, el primer disco sencillo lanzado con la RCA fue el siguiente.

Esta es la canción que hizo despegar su carrera. Giramondo, que en español conocimos como Trotamundos, fue un tema de 1967 compuesto por Rosario Leva, Sergio Bardotti en la letra, Gian Franco Reverberi y el propio Nicola di Bari en la música. Las imágenes que aquí vemos son de la película L’immensità (La ragazza del Paip’s), estrenada en aquel 1967. Aunque, Giramondo no solo fue la canción que le permitió a Di Bari volver a participar en 1967 en el Cantagiro, sino que le abrió las puertas de tierras sudamericanas. Sí, el cantaba en Italia, pero no fue hasta que llegó a Buenos Aires que empezó a subir por todo el mundo. Fue Argentina quien inventó el fenómeno Di Bari y son responsables tres periodistas jóvenes: Lucho Avilés, Luis Pedro Toni y Coco D’Angostino, que escucharon “Giramondo” y fueron a la compañía discográfica para pedir que lo produjeran allí.

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