Episodio 1: Mi novio multimillonario no es quien yo creía

🔍 Segunda parte ➤ https://youtu.be/ppGdJLZ_Ug0

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Miré el reloj en la pared, gracias a Dios solo cinco minutos más y luego podría cerrar por el día. Estaba exhausta, había sido uno de los días más ocupados desde que empecé a trabajar en la cafetería. Parecía como si todos los habitantes de la ciudad hubieran querido una taza de café.

En ese momento escuché que se abría la puerta. Mi corazón se hundió.

“¡NO! ¡Por favor, no otro cliente!”

Me di la vuelta y estaba a punto de decir que ya estaba cerrado, pero cuando vi lo guapo que era el chico que entró, me detuve.

“Hola.”

“No está cerrado, ¿verdad? ¡Por favor, dime que puedo tener una taza de café!”

Aunque tenía muchas ganas de irme a casa, no iba a perder la oportunidad de platicar un poco más con él.

“No, está bien, ¿qué te gustaría tomar?”

“Gracias, sólo un capuchino, por favor.”

"¡Trabaja un capuchino!"

Cuando comencé a preparar el café, traté de pensar en algo de qué conversar con él.

"Así que, ¿Cómo ha ido tu día?"

"¡Bueno, de repente se puso mucho mejor!"

Le sonreí tímidamente, "¿Por qué dirías eso?"

"¡Bueno, no todos los días te encuentras con una chica guapa trabajando en una cafetería!"

"Oh dios mío, ¿está coqueteando conmigo?"

Por la ropa que llevaba y el reloj que tenía en la muñeca, me di cuenta de que obviamente era alguien con mucho dinero. ¡Seguramente él no estaría interesado en mí! Pero parecía que lo estaba, "Dime, ¿qué vas a hacer el sábado por la noche?"

“Err, nada en realidad.”

“Genial, este es mi número, envíame tu dirección arréglate y estate lista para las 8 p.m. Te recogeré y te llevaré a cenar."

Dicho esto, me entregó un billete de 50 dólares, tomó su café y salió de la tienda.

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Me paré en mi sala mirando por la ventana, efectivamente, a las 8 p.m. un enorme Mercedes negro se detuvo frente a mi casa.

Cuando llegué al coche, él chico de la cafetería salió rápidamente del auto y me abrió la puerta.

“¡Gracias!”

De camino al restaurante charlamos como si nos conociéramos desde hace años. No podía creer lo cómoda que me sentía con él. Me había estado sintiendo un poco preocupada de que pudiera ser alguien un poco estirado, pero él era todo lo contrario.

Fue muy amable y simpático y pasó la mayor parte de la noche asegurándose de que yo la estuviera pasando bien. Incluso cuando el camarero vino a tomar nuestra orden y pronuncié mal el bourguignon de ternera, se rió y me dijo que él siempre cometía errores cuando ordenaba en los restaurantes.

También era realmente un caballero, me sacó la silla para que me sentara y me sirvió todas las bebidas, nunca antes había conocido a nadie como él.

Pasamos toda la noche platicando y riendo sin parar y al final de la noche cuando me dejó en mi casa, esperaba que me invitara a salir de nuevo.

"Me la pasé genial esta noche, es muy divertido estar cerca de ti María".

"¡Yo también me lo he pasado bien!"

"Mis padres van a tener una pequeña fiesta mañana, ¿te gustaría venir?"

"¡Oh, sí, eso sería maravilloso!"

Me dio su dirección, "Ven a eso de las 2 de la tarde."

Lo vi mientras se alejaba, mi corazón latía tan rápido que pensé que iba a explotar.

“¡Quiere volver a verme! ¡No lo puedo creer!”

¡Al día siguiente, cuando llegué a su casa, me llevé la sorpresa de mi vida! Quiero decir, claro, esperaba que su casa fuera bonita, pero nada podría haberme preparado para el tamaño y la grandeza del lugar. ¡¡Era enorme!! El frente de la casa se veía exactamente como un palacio, en medio del camino de la entrada había una fuente que era fácilmente tan grande como la famosa fuente de Trevi en Roma.

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