Mamá me abandonó porque soy una malcriada consentida

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"¿Qué quieres decir con que tu mamá te dejó sola?"

“Me desperté un día y ella se había ido. No la he visto en tres semanas y no hay más comida en la casa. No se que hacer. Ustedes tienen que encontrarla y arrestarla.”

"Bueno, cariño, haremos todo lo posible por encontrarla, pero primero tenemos que llevarte a un hogar temporal".

“¿Casa QUÉ?”

No podía creer lo que escuchaba. ¿Cómo pudo hacerme esto mi madre?

Bueno, probablemente todo fue culpa mía, pero te dejaré ser el juez. Voy a explicar todo lo que pasó hasta que lleguemos al punto en que mi mamá me abandonó por completo. ¡No te vayas a ir!

Yo era hija única con dos padres amorosos que me colmaron de afecto. Mi padre era mi favorito porque me daba todo lo que quería. ¿Recuerdas al padre de Veruca Salt de Willy Wonka y la fábrica de chocolate? Él era algo así, excepto que yo no necesitaba preguntar las cosas dos veces. Así que puedes apostar lo que quieras a que mi infancia fue increíble.

“Papá, quiero una enorme casa de muñecas”.

"Iremos a comprarla mañana querida".

"¡Y también quiero un pony!"

"Está bien, tendremos que comprar una casa con un patio trasero más grande, pero haremos que funcione".

"Yay. ¿Puedo tener un cerdito también? Quiero tenerlo en mi habitación. Los cerditos son tan lindos”.

"Claro que sí cariño."

Mi madre generalmente guardaba silencio, así que no estaba segura de si lo aprobaba, pero la mayoría de las veces parecía que no le importaba.

Ahora, las personas que obtienen todo lo que quieren pueden hacer una de dos cosas; volverse generosos o volverse absolutamente horribles y egoístas.

¿Puedes adivinar en cual me convertí?

Empezó muy temprano. Llevé una de mis muñecas nuevas al jardín de niños y todos quedaron impresionados. Había una chica en mi clase llamada Maribel. Llevaba la misma ropa casi todos los días y quería sostener mi muñeca.

“Eww no. estás sucia. No quiero que toques mis cosas. ¿Y por qué usas lo mismo todos los días? ¿Eres pobre? Ser pobre es asqueroso. Apuesto a que tu padre no te compra muchas cosas bonitas. Tengo una habitación enorme con muchos juguetes. ¿Tú dónde duermes? Seguro que afuera, en la calle.”

En ese momento entró mi maestra y estaba súper enojada. Le dio a la clase una lección sobre cómo tratar a los demás con amabilidad y luego me llevó a la oficina del director. Llamó a mis padres para contarles lo sucedido. Mi mamá asintió en silencio y se veía un poco decepcionada y mi papá prometió que se ocuparía de mí. Cuando salimos de la oficina me miró y dijo:

“¿Por qué no vamos a la juguetería? Te compraré algo lindo por escuchar a ese estúpido director hablar una y otra vez sobre el respeto.”

"John, ella acaba de hacer algo realmente horrible y ¿vas a premiarla por eso?"

“Sí pero ya tuvo su castigo; escuchando a ese tipo.”

Mi mamá puso los ojos en blanco y no dijo nada más. Esa tarde mi papá me compró diez Barbies nuevas. A una de ellas la vestí como Maribel y la pateé debajo de mi cama.

Como ya podrás estar dándote una idea, me convertí en una de las adolescentes más nefastas de la vida: una chica súper grosera que trataba a todos como basura.

Pero de alguna manera, las chicas groseras terminan siendo populares, así que mi vida en la preparatoria no fue nada mala. Hice que mi papá me comprara la ropa de moda más cara para que todos pudieran estar celosos de mi. Incluso mi pluma estaba chapada en oro. Así que todos los chicos querían estar conmigo porque supongo que yo era un símbolo de estatus. Salí con algunos y me decidí por mi favorito porque me compraba muchos regalos cada vez que salíamos. Su nombre era Carlos.

Como sea, un sábado después de pasar el rato en su casa, me pasó a dejar a la mía y estaba a punto de invitarlo a tomar algo de beber cuando escuché algo extraño en el interior. Parecía que mis padres estaban discutiendo. Le pedí a Carlos que tuviera la amabilidad de irse y pegué la oreja a la puerta para escuchar mejor.

“Estás exagerando, Ana”.

"No es cierto. Has estado haciendo esto desde que era una niña y se ha convertido en un completo monstruo. ¿Oyes la forma en la que le habla a sus amigos? Siento que he fallado como madre y tú también”.

"Eso es ridículo."

¡La tratas mejor que a mí! ¿Cuándo fue la última vez que me compraste algo?

"Ummm..."

"Mira, ni siquiera puedes recordarlo".


"Entonces, ¿cuál es tu punto?"

"Necesitas parar. Si no puedes, creo que deberíamos divorciarnos”.

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