Rusia comprueba la actividad biológica militar de EEUU en Ucrania

#EEUU sí que trabajó en la creación de armas biológicas en #Ucrania. La parte rusa, que lo viene denunciando desde hace tiempo, entregó documentos reales y pruebas materiales que confirman esta actividad criminal del "faro de la democracia" a países firmantes de la Convención sobre armas biológicas. Lo hizo en su cumbre celebrada entre los días 5 y 9 de septiembre a solicitud de #Moscú, donde el #Kremlin denunció la violación de la Convención por #Washington.

Según Igor Kirílov, jefe de las tropas de Defensa Nuclear, Biológica y Química de Rusia, "ninguna de las delegaciones tuvo dudas sobre la autenticidad" de las pruebas presentadas, entre las cuales figuran los documentos sobre la acumulación de materiales patógenos en los laboratorios ucranianos.

Ni siquiera el régimen de Kiev se atrevió a negar estos hechos. No obsatante, su delegación rechazó responder a preguntas como la sobre el almacenamiento injustificado de agentes biológicos peligrosos en lugares como el instituto de estudio de la plaga #Méchnikov, donde se registraron “graves violaciones” de las condiciones de su acumulación. Y es que se almacenaban en los huecos de las escaleras, sin que hubiera ningún sistema de control de acceso a los patógenos que funcionara.

Otro hecho importante: durante la cumbre, la delegación norteamericana admitió que se llevaron a cabo experimentos biológicos en ciudadanos ucranianos de niveles socioeconómicos bajos, así como en pacientes de clínicas psiquiatricas. Por ejemplo, según la parte rusa, el Pentágono convirtió al Hospital Psiquiátrico № 1 en la región ucraniana de Járkov, en una auténtica "cámara de tortura", donde se realizaban "experimentos inhumanos" sobre sus "pacientes masculinos de entre 40 y 60 años con un alto grado de agotamiento físico". Unos ensayos biológicos forzosos a manos de expertos norteamericanos que, para ocultar su país de procedencia, llegaban a través de terceras naciones. Entre estos 'doctores' se encontraba Linda Oporto, proveniente de Florida, quien participó directamente en estas actividades, reveló la cartera castrense rusa.

De acuerdo con Igor Kirílov, las explicaciones al respecto por parte de EEUU y Ucrania no fueron nada convincentes. Por ejemplo, los representantes del régimen de Kiev manifestaron que "esto no es un juicio y no estamos en un interrogatorio". Además, Kirilov destacó que ni Washington, ni Kiev pudieron demostrar que su llamada ‘colaboración biológica’ haya mejorado la situación sanitaria en el Ucrania, una situación que no hizo más que empeorar en los últimos 15 años.

En este contexto, el microbiólogo Ígor Nikulin, exmiembro de la Comisión de la ONU para las armas biológicas y químicas, acaba de denunciar que EEUU convirtió a ucranianos en “conejillos de indias” para ensayar plagas y agentes patógenos de enfermedades peligrosas. Asimismo, afirmó que diferentes epidemias se cobraron la vida de más de 200.000 ucranianos en los últimos 8 años, “unas cifras catastróficas para Europa”.
Además, el experto subrayó que una de las primeras medidas adoptadas por el régimen golpista impuesto en Kiev en 2014 fue ‘delegar’ al Pentágono la supervisión sanitaria y epidemiológica en el país. Algo aprovechado por EEUU para proceder a ensayos biológicos en humanos, unas actividades “prohibidas”. También recordó que prisioneros ucranianios presentaban anticuerpos contra peligrosas enfemedades atípicas para su país, en particular, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, la fiebre del Nilo Occidental o la fiebre del Zika.

Mientras, la prensa hegemónica sigue insistiendo en que el prorgama biológico militar de EEUU es una de las tantas “mentiras” del Kremlin, tal y como escribe The New York Times. “Aunque no tienen un respaldo fáctico, las acusaciones han servido para apoyar actitudes que ya existían hacia el dominio estadounidense en las relaciones exteriores. La consecuencia ha sido la diseminación de divisiones y dudas, no necesariamente para crear apoyo hacia la invasión de Rusia, sino para desviar parte de la culpa hacia Estados Unidos y la #OTAN”, sostiene el autor. “Los esfuerzos de Rusia por difundir las aseveraciones sobre las armas biológicas provienen de un antiguo manual propagandístico ruso, adaptado a la era de las redes sociales”, subraya The New York Times en un texto claramente propagandístico y carente de respuestas a las pruebas sólidas y concretas preseтtadas por Moscú.

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