YMA SÚMAC, DEJÓ SU PAIS POR NO RECIBIR APOYO Y SE CONVIRTIÓ EN LA MEJOR VOZ DEL PLANETA

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1922: Se han escrito innumerables páginas sobre el trato indiferente que tuvo el Perú con ella. De esa relación fría y distante que, finalmente, llegó a buen puerto la tarde del 2 de mayo de 2006. Sí, ese día, Yma Súmac, volvió al país para recibir la Orden El Sol en grado de Comendador. De esa manera, el gobierno intentaba saldar una deuda histórica con una mujer que había logrado poner los ojos del mundo en la cultura peruana. Mucho antes que Gastón, Juan Diego Flores o Vargas Llosa.

Aunque, esa no fue la única batalla que le tocó vivir. Ella y su disco se enfrentaron a toda la industria de artistas de Hollywood y Broadway, y a todos los desplazó; se sometió al escrutinio público cuando tuvo problemas con sus papeles de inmigración y, presunta, evasión de impuestos, sin embargo, hubo un hecho que habría lapidado su carrera. Sí, esa carrera llena de luces y de aplausos se empezó a apagar cuando tomó una decisión, no bien vista para la época.

Desde su origen, la legendaria cantante ha sido cuestionada. Yma Súmac, vio la luz un 13 de setiembre de 1922 en el distrito cajamarquino de Ichocán, aunque, existe una partida de nacimiento que la coloca como natural del puerto del Callao. Bueno, lo cierto es que Zoila Augusta Emperatriz Chávarri del Castillo, pasó su infancia entre las montañas de la serranía peruana, aprendiendo canto de notables maestros brindados por la naturaleza: los pajarillos.

Sí, Yma Súmac, para lograr tener ese registro vocal único en el mundo no necesitó de escuelas ni preparación profesional, fue un don natural, que se impuso, a pesar de la negativa de sus padres don Sixto Chávarry y doña Emilia del Castillo, que preferían el piano.

Y cómo esconder ese talento, si su voz abarcaba cinco octavas en tiempos, en que las cantantes de ópera en el mundo, alcanzaban apenas dos octavas y media. Sí, tenía un misterio o un milagro en la garganta, su registro recorre todas las posibilidades entre la absoluta gravedad…

1942: Después de que se descubrieran sus dotes de cantante, a los trece años de edad y con apoyo del Ministerio de Educación se muda a la ciudad de Lima, Perú. Estudio en el Instituto de Santa Teresa y ocasionalmente se presentaba en conciertos. Así llegó a su vida el ayacuchano Moisés Vivanco, quien tenía su Compañía Peruana de Arte, un grupo de música folklórica integrada por cerca de 50 artistas; sin embargo, le faltaba una voz estelar que encontró en Yma Súmac.
DANZA DE TIJERAS
La peruana nunca pisó el Conservatorio Nacional de Música, debido a los altos costos; no obstante, desarrolló una técnica envidiable a base de disciplina pura, y esto, fue lo que Moisés Vivanco aprovechó. Él era un hábil con la composición, el charango, la quena y sobre todo con el marketing, ese marketing que creó a través de la genealogía de la madre de Yma Súmac, que ya te lo contaremos más adelante.
TUMPA

Pero, a pesar de todos los esfuerzos, la cantante no recibió el apoyo que merecía en Perú y lo encontró fuera. En 1942, empieza su internacionalización cuando debuta con la agrupación folclórica en radio Belgrado de Buenos Aires. Allí la calificaron como “La más grande revelación de nuestros tiempos”, esa fama se esparció por toda América Latina y les permitió presentarse en Chile, Brasil y México, todos la amaban.
QORI CANASTITA

En ese mismo año, la joven cantante se casa con Moisés Vivanco, surgiendo una de las asociaciones más exitosas de la época. Yma Súmac, que significa ‘soy la más bella’ en lengua quechua, adoptó la imagen de exotismo, en una época en que el monumento de Machu Picchu era cada vez más publicitado mundialmente.
VÍRGENES DEL SOL

1946: La etapa de la Compañía Peruana de Arte se terminó. Ese año, los esposos deciden conquistar los Estados Unidos y se afincan en Nueva York junto con la prima de Moisés, Cholita Rivera, formando el trío “Inca Taki”, con el que se presentaban en clubs nocturnos neoryorquinos, para aquella época, no solo se vivía la posguerra también vetaban a los latinos, por lo que el grupo sufrió altibajos y como, ya para ese entonces la cantante estaba embarazada de su primer y único hijo Papuchka Charlie, enfocaron sus esfuerzos al comercio de atún. En 1950, la suerte comienza a cambiar e Yma Súmac, consigue su primer contrato personal con la Capital Record llamado “Voice of the Xtabay”, el álbum más famoso de la artista.
ATAYPURA / VIRGIN OF THE SUN GOD

Estas dos canciones que acabas de escuchar fueron compuestas por Moisés Vivanco, donde se resaltaba el registro vocal extraordinario de Yma Súmac, acompañada de percusión étnica y variaciones musicales inspiradas en nuestro país. Sí, la sorprendente voz de la princesa inca despega en su totalidad. Aunque, con una gran peculiaridad.

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