EL DÍA EN QUE JUAN GABRIEL FUE NINGUNEADO POR UNA DE LAS MEJORES COMPOSITORAS DE MÉXICO

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Único en su estilo, innovador y controvertido, Juan Gabriel no tuvo miedo a ser él mismo y en su camino dejó un legado de música popular mexicana conocida y admirada en el mundo. Cinco años después de su muerte, su grandeza perdura, y es que, fue un cantante de multitudes, un genio porque solo un genio conecta con la raza humana en cualquier disciplina. Dicen que la humanidad no perdona el triunfo y él nació para triunfar y se fue triunfando.

¡Uhm!, pero sus inicios en el mundo artístico no fueron nada fáciles. Muchos no comprendían la timidez del joven mexicano que, conforme tomaba soltura y confianza en sí mismo, interpretaba sus canciones con movimientos y bailes que llevó a un grupo importante a criticarlo y a tacharlo de “afeminado”. Una de estas personas que ninguneó y resaltó que su fama sería efímera fue, Consuelo Velásquez, sí la compositora del exitoso tema “Bésame Mucho”.

En ese entonces, Consuelito Velásquez no solo era una gran compositora de renombre, también era socia fundadora de la Asociación de Autores y Compositores de México, una entidad que no veía con buenos ojos que un cantante y, sobre todo, compositor, bailara e innovara la música romántica. Juan Gabriel, nos regaló esa diversidad de géneros que marcó un antes y un después.

En la vida, los pobladores mexicanos de Parácuaro, Michoacán, imaginarían que aquel chiquillo tildado por muchos como “desafortunado”, se convertiría en el “Divo de América”. Aquel 7 de enero de 1950, Alberto Aguilera Valadez, haría una de las cosas más difíciles para todo ser vivo: nacer.

Juan Gabriel tuvo momentos de mucha alegría y sobre todo de mucho amor, pero la vida familiar del superastro estuvo marcada por un dramatismo comparable con el de sus canciones y actuaciones. Fue un hijo atormentado por la reclusión de su padre en un hospital psiquiátrico, luego su madre, decidiría dejarlo desde los 5 años, en la Escuela de Mejoramiento Social para Menores. Allí, lejos de su familia, inicia sus primeros pasos en la música, gracias a su maestro de hojalatería, Juan Contreras.

A los 13 años compone La muerte del palomo, canción que le canta a la soledad personificada en un ave. Sí, todos sus temas traían cargado un sentimiento personal, como aquel “Amor eterno”.

Amor eterno, es infaltable en un Día de la Madre, es como el himno de agradecimiento que tenemos para tamaño personaje en nuestras vidas, hasta ahí todo bien, pero Juan Gabriel no tenía una relación tan cercana con la suya ¿recuerdan que lo dejó en un orfanato?, a pesar de todo esto, él trabajó incansablemente, siempre viviendo para conseguir su cariño y aprobación, aunque jamás lo consiguió.

Ni cuando alcanzó la fama mundial logró un poco de aprecio de su madre, ni comprándole la casa donde trabajó como empleada doméstica. En 1974, cuando por fin empezaban a tener un pequeño acercamiento, Victoria sufrió una embolia y falleció. Mira tú, cómo a pesar de tener una niñez que lo marcó de por vida, escribió tamaña canción para honrarla.

Posterior a ello, le seguiría un camino con pro y contras. Desde sus tocadas en Ciudad de Juárez en el popular bar Noa Noa, hasta ser acusado injustamente de robo y estar preso durante 18 meses.

La cárcel le forjó el carácter y el coraje para salir adelante en búsqueda de sus sueños y sí que lo logró. Sin foto, ni ceremonia, Alberto Aguilera Valadez, su nombre real, recibió un contrato a los 21 años de edad y entonces nació Juan Gabriel, nombre que usó en honor a su padre y a su maestro de la escuela que le ayudó a dejar atrás una vida de tragedias. Esa primera canción que lo lanzó al estrellato fue “No tengo dinero”.

“No tengo dinero” pertenece a su primer álbum debut “El alma joven” de 1971. Un trabajo que recibió disco de platino y fue tan famoso en el mundo, que esta canción tuvo que ser grabada en japonés y portugués, ¿cómo la ven?

Desde allí, el mexicano se convirtió en ‘ícono del pueblo’, como también criticado, por un grupo importante del medio y de personas muy conservadoras. Una de ellas, fue Consuelo Velásquez, la compositora de “Bésame mucho”, la canción en español más escuchada de todos los tiempos.

Según Raúl Velasco, quien brindaba la oportunidad a músicos y compositores para presentarse en su programa “Siempre en domingo”, Juan Gabriel tenía un potencial inigualable y se notaba que iba a revolucionar la música. Esto le trajo una popularidad impresionante, aunque, también otros no estaban tan contentos con sus canciones con movimientos y bailes.

En Línea de Tiempo nos hemos sorprendido que Consuelito Velásquez lo haya ninguneado, pues ella, venía de una formación clásica y, aun así, componía canciones populares. Sí, en esa época, el bolero era considerado un género de masas y no para grupos selectos.

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