ALEJANDRO SANZ | Documental

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1968: Más allá de sus 24 Grammys, sus más de 25 millones de discos vendidos y la distinción de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Berklee, Alejandro Sánchez Pizarro, más conocido como Alejandro Sanz, ha reparado corazones con su arte. Sí, el español ha convertido el amor, el dolor, la resiliencia y los momentos triviales de la vida, en arte. Durante sus inicios musicales le recomendaron tomar clases de dicción y acento, así como negar su esencia flamenca, ¿y sabes qué pasó? respondió con música que traspasó fronteras.

Lo hizo con partituras que hacen una fiesta alrededor de su peculiar tono andaluz, su amado flamenquito, su espíritu madrileño-gaditano y sus incontables talentos artísticos. Pero, cómo no serlo si por sus venas corre sangre de países europeos como latinoamericanos.

Alejandro nació en Madrid, el 18 de diciembre de 1968. El primer contacto con el ámbito musical fue gracias a su padre Jesús Sánchez, quien era músico y formaba parte del grupo Los tres de la bahía. Un trabajo que lo mantenía lejos de casa por hasta 6 meses que duraban las giras.

Si bien su padre se perdió muchas etapas de su vida, Alejandro es consciente que a veces hay sacrificios que valen la pena, como el de su madre, quien sí tenía que lidiar diariamente con el inquieto Sanz y en un intento por entretenerlo, lo ingresó a una academia musical. Una coincidencia o destino, pues en realidad la idea era que lleve karate.

Así iniciaron las primeras melodías del cantautor a los 10 años, en una habitación que compartía con su hermano mayor, Jesús. Era el incomprendido de la familia, pues mientras sus primos gustaban mucho de Parchís, él se maravillaba solo escuchando tocar la guitarra a Paco de Lucía, quien luego de unos años, se convertiría no solo en su gran amigo sino también en su mano derecha.

A partir de que tomó la música como parte de su vida, empezó a trabajar y tratar de compartir su arte. Aunque, al inicio, el selecto público que lo escuchaba tocar en bares se distraía con las bailarinas, él siguió intentando. Contrario a lo que se pensaría por lo joven que era, Alejandro estudió un equivalente a una licenciatura en administración y es que su madre, se opuso desde el primer momento al mundo artístico.

1989: “Los chulos son pa’ cuidarlos”, es la primera producción de Alejandro y la marginada, ¿por qué? pues basta darnos cuenta de los detalles que encierra este fracaso en la carrera del cantante. Lo primero es la estilo y estética de la música, le sigue el apelativo artístico que acompañó este disco: Alejandro Magno. Además, si se consulta en su web oficial, podremos leer que el español inició su carrera en los 90, relegándolo al olvido. Un gesto que se nota cuando Bertin Osberne, toca el tema.

Dicen que el cantante ha hecho todo lo posible para borrarlo del mapa y olvidarse de él, pero la era de internet ha condenado al fracaso esa aspiración: hoy sus temas están colgados en YouTube. Algunas de ellas son la canción homónima del disco y Micaela.

Pero, ¿llegó hasta aquí solo tocando en pubs? No, Alejandro ya había pasado por varios intentos, el primero fue el grupo de heavy metal Jinete Inmortal, luego llegarían los centros nocturnos.

Con 17 años aparece en su vida Miguel Ángel Arenas el ‘Capi’, quien era el descubridor de estrellas como Mecano, Los Pecos, entre otros. Allí, él sabía que estaba frente a un grande, pero necesitaba pulirse, así que lo contrató como corista y para tocar la guitarra flamenca en álbumes de otros artistas como Marina, María Vargas y Antonio Arenas. Cinco años después, cuando ya tenía una cuasi perfección en sus palos flamencos, llega “Los chulos son pa cuidarlos”.
1991: Bajoneado por el fracaso comercial de su anterior disco, Alejandro sigue con la música, pero en otro plano, participa junto a Tino en el segundo disco (Como un placer (1990) de Juan Carlos Valenciaga, en el tema Como un placer y, empieza a componer para otros artistas, una de ellas fue la cantante pop Arabia a quien le escribió 10 canciones. Aquí viene lo bueno, algunas disqueras simplemente no lo escucharon y las que sí lo hicieron, le sugirieron que él mismo las grabara. Dos fueron las que se interesaron, y comenzaron una puja que acabaría en 11 millones de pesetas y un ganador: WEA Latina, actualmente Warner.

Entró al plano “Pisando fuerte” y todo “Viviendo deprisa”

Esta producción vendió un millón de copias y fue el inicio de su prometedora carrera musical. También se destacan los temas: Los dos cogidos de la mano, Lo que fui es lo que soy y Se le apagó la luz.

Ahí fue cuando se materializó el primer éxito musical de Alejandro Sanz. No fue solo uno, eso apenas fue el comienzo de un imperio en la música pop latina.

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