El sistema parásito de las iglesias no es de Dios (Subtítulos en español)

Link al video original: https://youtu.be/MH3nCFOoCSo

Traducción al español:

Jesús no vino a construir iglesias en esta tierra. Tampoco mandó a sus discípulos edificar iglesias. Jesús vino a salvar a los que estaban perdidos. Él vino para quitar los pecados del mundo, para liberar al hombre del pecado, para reconciliarnos con Dios, para hacernos libres del pecado a ti y a mí, para hacernos hijos de Dios, que podamos vivir en completa santidad.

Siempre que Jesús sanaba a alguien le decía: "No peques más para que no te suceda algo más grave". Nuestro problema es el pecado. El sistema de la iglesia es un sistema malvado hecho por hombres. La comunión de los creyentes es cuando los que aman a Jesús, aquellos que lo siguen se juntan cuando se encuentran, sea donde sea, en una casa o en la calle.

Esa es la comunión de los creyentes, porque tienen algo de qué hablar, aman a Jesús. No hay nada de malo en reunirse en un edificio, llamar a eso una casa de oración, reunirse para orar.

Los primeros creyentes se reunían en casas, en dondequiera que se encontraran. Ellos no construyeron iglesias, no construyeron tabernáculos. Nosotros mismos somos el tabernáculo de Cristo.

Jesús es Emmanuel, Dios con nosotros. No vive en edificios construidos con manos. Él es espíritu. Vive en los que lo siguen, permanece en ellos por Su Espíritu. El Espíritu Santo se une a nuestro espíritu y nos guía a la voluntad de Dios. Es una conexión espiritual. No se trata de cosas físicas, edificios ni activos (bienes) en esta tierra.

Un cristiano no está llamado a "ir a la iglesia". Un discípulo es un hombre ordinario, un hombre normal que hace un trabajo normal, pero está viviendo una vida piadosa y su oído pertenece a Jesús. Vive para agradar a Jesús. En primer lugar, vive con rectitud, santidad y estrecha relación con Jesús. Él ora y escucha al Espíritu Santo que Dios ha puesto dentro de él, en su corazón. Vive para agradar a Jesús y ora y testifica, lleva a otras personas a Jesús.

No se trata de una iglesia. Ese es un sistema parasitario perverso creado por gente que quiere ganarse la vida explotando a otras personas. Jesús nunca hizo eso. Sus apóstoles trabajaron. Pablo trabajó con sus propias manos. Él no nos llamó a ser parásitos. Nos llamó a trabajar. Si un hombre no trabaja, no puede comer, y si Jesús te llama a predicar, Él cuidará de ti, pero no necesitas el sistema de una iglesia.

Tenemos que crear discípulos de Jesús, personas que Lo adoren en Espíritu y en verdad. La mujer samaritana preguntó a Jesús dónde debían acudir a rezar: en Jerusalén o en dónde. Él dijo: "No aquí, no en Jerusalén, pero se acerca el tiempo en que los verdaderos adoradores adorarán a Dios en Espíritu y en verdad". ¡EN TODAS PARTES, donde sea que estén! ¿Por qué? Porque tienen el Espíritu de Dios dentro de ellos. Son guiados por el Espíritu de Dios.

Los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios, y siguen a Jesús dondequiera que Él va. Donde esté Jesús, allí también estarán, porque Jesús está en ellos. Él no está en una iglesia (edificio). ¡Dondequiera que se reúnan, será la comunión de los santos! No en algún edificio. Ese es el sistema del mundo. Ese es el sistema de Satanás. Ese no es el sistema de Dios, amigo. ¡No te dejes engañar! Tú y yo somos el templo del Espíritu Santo. Somos santos. Jesús vive en nosotros y Jesús debe ser visto en nosotros. Y como Jesús caminó en esta tierra, manifestado la voluntad de Dios, también nosotros debemos estar manifestando la voluntad de Dios. Jesús debe ser visto en nosotros, no en una iglesia.

Que Jesús te bendiga.

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