No sabía nada de gallinas, pero decidió irse al Cerrato palentino y abrir una granja

Lleva dos años amoldando su horario al de sus gallinas: la vida de Laura está ahora en Alba de Cerrato, en estos 12.000 metros cuadrados de granja. Fue su apuesta personal tras pasar por el comercio y la hostelería. Aquí cría 740 gallinas camperas en libertad, con el esfuerzo que esto supone.

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