Helado de menta-chocolate. ¡Para chuparse los dedos!

Son pasadas las ocho de la tarde y el día está empezando a terminar. ¿Qué mejor que darle un cierre perfecto con un exquisito placer culpable? Los amantes de la combinación de chocolate y menta no podrán resistirse a este glorioso helado. ¡Incluso les daremos permiso para comérselo antes de las ocho!

Para hacerlo necesitas:

200 g de queso mascarpone
80 ml de licor de menta
30 g de azúcar
1 cucharada de extracto de vainilla
500 ml de nata (crema)
Chocolate derretido

Así lo hacemos:

1. Para hacer el helado mezcla el queso mascarpone, el licor de menta, el azúcar, el extracto de vainilla y la crema.

2. Vierte la mezcla en una caja de leche. Luego, en uno de los lados, hazle pequeños cortes. Los cortes deben ubicarse a distancias iguales unos de otros, ya que es allí donde meterás las cucharitas que soportarán tu helado. Ahora mete la caja de leche en el congelador durante 24 horas.
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3. Corta la caja de leche entre las cucharitas para dividir el helado. Elimina el cartón de alrededor y sumerge el helado en un recipiente con chocolate derretido. Para que se seque tienes que dejar los helados unos minutos en el congelador. Puedes dejarlos en vasos o clavarlos en esta espuma.

El increíble sabor a menta y su frescura, por suerte, impide que los niños quieran comer de esta delicia solo apta para aquellos que nacieron después del año 1999. Los menores de edad pueden ser consolados con una variante sin alcohol, preparando este heladito con algún jarabe o jugo de fruta. ¡Ñam!

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