LIMPIA tu HÍGADO de GRASA

UNA CUCHARADITA LIMPIA la GRASA de tu HÍGADO

Las personas con enfermedad del hígado graso no alcohólico presentan inflamación y acumulación de grasa en el hígado. Con el tiempo el funcionamiento del hígado y la salud en general se ven afectados, a pesar de que la mayoría de las personas con hígado graso al principio no tienen ningún síntoma.

No es necesario tener sobrepeso para desarrollar alguna enfermedad hepática como el hígado graso. Esta condición es silenciosa, ya que no produce síntomas, y puede afectar a personas de todas las edades.

El hígado es un órgano vital que desempeña múltiples funciones metabólicas esenciales para mantener nuestra salud en buen estado. Una de sus principales funciones es filtrar la sangre para eliminar toxinas y mantenerla limpia.

Cuando la grasa visceral se acumula en exceso, puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial y cáncer. Además, también puede provocar problemas de sueño, problemas respiratorios y disfunción eréctil en los hombres.

Por eso será importante tomar medidas para reducir la cantidad de grasa visceral, mediante cambios en la dieta y el estilo de vida.

Incorporar una dieta saludable (libre de azúcar, carbohidratos refinados o alimentos procesados), hacer ejercicio regularmente y dormir lo suficiente puede ayudar a reducir la grasa visceral y prevenir toda una serie de problemas de salud relacionados.

Una de las formas es a través del uso de la cúrcuma, una especia dotada con propiedades beneficiosas para la salud. La cúrcuma ha sido objeto de múltiples estudios y se ha demostrado que ayuda en el tratamiento del hígado graso.

Para obtener sus beneficios, se recomienda tomar una cucharadita de cúrcuma, que equivale a unos 2.000 miligramos, y mezclarla en algo caliente o agua tibia. Es importante agregar una pizca de pimienta negra ya que la piperina ayuda a mejorar la absorción de la cúrcuma en el intestino delgado.
Las personas que tienen la hígado graso a menudo no presentan síntomas. En casos en los que se presentan síntomas, los más comunes incluyen:

Fatiga
Dolor en la parte superior derecha del abdomen
En personas con Hígado graso que presentan daño hepático (cirrosis) los síntomas pueden incluir:

Debilidad
Pérdida de apetito
Náuseas
Color amarillo en la piel y los ojos (ictericia)
Picazón
Acumulación de líquido e hinchazón en las piernas y el abdomen
Confusión mental
Sangrado gastrointestinal

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