“BASTA YA”, LA CANCIÓN QUE GRITABA EL INFIERNO EN EL QUE VIVÍA OLGA TAÑÓN

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1967: Es la mente detrás de tres Guiness World Records, un paradigma de la mujer latina, carismática en el escenario y con un registro vocal impresionante ¿y cómo no?, si con sus más de 30 años de carrera, ‘la mujer de fuego’ ha dejado su sello incendiario con su merengue caliente y electrizante. La primera merenguera solista de Puerto Rico y que adoptó por cuestiones propias del destino: Olga Tañón.

Olga Teresa Tañón Ortiz nació un 13 de abril de 1967 en el barrio puertorriquense de Saturce en San Juan y, es la menor de cuatro hermanos que nacieron bajo el seno de una familia de modestos recursos financieros. Sus padres fueron doña Carmen Gloria Ortiz dedicada su hogar y Don José Tañón, quien trabajaba en el negocio de mudanzas. Fue justo por ese empleo que la primera vez que pisa un avión fue a los 8 años y a República Dominicana, un país que años más tarde le abriría las puertas para su expansión musical.

Desde pequeña amó el arte y le encantaba emular a las grandes como Rocío Dúrcal o La Jurado, participó en el coro de su iglesia, obras de teatro organizadas por la comunidad, y certámenes de canto, que irónicamente, nunca ganó; sin embargo, también tenía otras pasiones, la natación que la llevó a participar en competencias.

Asimismo, estudió diseño de modas sin imaginar que esta profesión la aplicaría en sus vestuarios y en la de sus bailarines.

Ahora te preguntarás ¿cómo de nadadora y diseñadora de moda dio el salto a la música?, pues la influencia fueron siempre sus padres. Papá era un tanguero empedernido y doña Carmen la sandunguera. De hecho, en su mente solo estaba el rock y miren en qué género acabó siendo conocida.

1986: A los 19 años, mientras estudiaba y trabajaba, decidió tomar clases de baile con Yonito Bentancout, sin imaginar que sería él quien predijera una exitosa carrera para ella.

Olga tenía claro que el pop rock era lo suyo; sin embargo, no contaba que luego del fallecimiento de Betancourt, una recomendación suya le abriría las puertas para incursionar en el mundo artístico, ¿gran oportunidad?, pues como son las cosas, ella no tenía ni la más mínima idea que el casting no era para un grupo rockero sino merenguero.

¿Qué es esto?, fue lo que preguntó Olga al verse desencajada en el casting; sin embargo, el dueño de la agrupación, Ringo Martínez sería quien, con unas solas palabras, la convencería de arriesgarse a debutar con el merengue, un género dominado en ese entonces por varones.

Efectivamente, ‘la mujer de fuego’ había tocado muchas puertas y ninguna comprendía esos falsetes tan peculiares en su voz de mezzosoprano, hasta que esta agrupación “Las nenas de Ringo y Jossie”, le dan su primer gran éxito llamado Fuera de mi vida cantada por Valeria Lynch por primera vez.

Su proyección dentro de esta agrupación le dio la oportunidad de integrarse al grupo “Chantelle”, un grupo encabezado por mujeres que gozó de gran popularidad.

Con “Chantelle” pudo demostrar no solo su nivel de vocalización y canto propiamente dichos, sino también su destreza en el baile y las artes coreográficas, además, la habilidad para interpretar una gran variedad de géneros musicales que van desde la balada pop al merengue y desde la salsa al bugalú, aunque todo esto llegaría por cuestiones propias del destino.

1992: Olga Tañón está acostumbrada a romper esquemas, ya lo había hecho debutando en el merengue, un género dominado por varones, y ahora, era el turno de ser solista pues esas peleítas entre las integrantes del grupo, no tenían cuando acabar.

Y bueno, este año fue su año, lanza su primer álbum llamado “SOLA” bajo el sello WEA Latino con el que recibe su primer galardón como Revelación Tropical en Premios Aplausos, también le siguió un premio TV y Novelas. Este trabajo estuvo predominantemente integrado por merengues dominicanos alcanzando Disco de Platino por temas como: Me cambio por ella escrita por Raldy Vásquez y la canción homónima.

Al año siguiente, en el 93, llega otro disco que alcanza otro platino llamado “MUJER DE FUEGO”, el título que la marca en su carrera artística. En este disco sobresalen “Presencié tu amor” de su propia autoría, “Muchacho malo”, una vez más de Randy Vásquez y “Vendrás llorando” de T. Orellano.

¿Y por qué se quedó “Mujer de fuego” como su apodo artístico? pues todo se lo debe a un presentador en Puerto Rico durante un concierto; sin embargo, también le ha traído varios problemas cuando empezó a abrir mercado en otros países.

Así como cuenta estas anécdotas tan divertidas, también se ríe de un trastorno heredado: la dislexia. Una condición que, al inicio de su carrera, la limitó a componer y que fue diagnosticada recién a los 35 años, cuando una tía le hace unas pruebas.

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