A la memoria de mi abuela, Gloria García Hernández
Hace una semana –el viernes 15 de enero a las 15:12 hrs– mi abuela falleció tras dos semanas de estar hospitalizada, siempre estuvo inconsciente e iba presentando otras complicaciones médicas conforme pasaban los días.
Mi mamá no había podido visitarla al hospital por los actos casos de Covid en Morelos y concretamente en el IMSS de Plan de Ayala, pero justamente fue el viernes 15 a visitarla, para mi fue muy doloroso verla hablarle a mi abuelita sin recibir respuesta alguna y repetirle constantemente: “Te amo mamá, mamá, te amo”. Acompañé a mi mamá a la salida y esperé un poco para revelar a mi tía Mago a las 13:30 hrs para quedarme toda la tarde y esperar el relevo de mi tío Toño. Mi abuela ya respiraba con mucha dificultad, por la mañana le acaban de poner un catéter, y como a las 16:00 hrs bajaríamos para que le tomaran una radiografía y ver si el catéter estaba bien puesto, pero ya no fue posible.
Tras su agitada respiración hubo un momento que estas fueron pausadas, le puse atención y segundos después su lengua quedó pegada al paladar, le moví la boca y volvió a jalar aire por la boca, pero ya sin dificultad para respirar, sus respiros fueron cada vez más largos, ella parecía estar dormida plácidamente, sus ojos cerrados sin ningún rictus de sufrimiento alguno, hasta que dejó de respirar, le tomé el pulso con la mano y nada, acerqué mi oído a su oído y nariz y tampoco nada. Fui inmediatamente con los doctores y después de un electrocardiograma determinaron su muerte.
Dos de las personas que estuvieron con enorme cabalidad en la hospitalización de mi abuela fueron mi tía Mago y mi hermana Natty, primero le llamé a mi tía pero iba de regreso a su casa a Acapulco y me mandó a buzón su celular, después le marqué a mi hermana, pero como había trabajado en la noche y había llevado a mi mamá al hospital, ya dormía, así es que le tuve que hablar a mi mamá, y si fue duro ver cómo le hablaba a mi abuelita en el hospital, fue mucho más doloroso escucharla llorar por la muerte de su madre, nunca la había escuchado así, inconsolable.
El pasado 12 de marzo del año pasado (2020), fuimos a celebrarle su cumpleaños en su casa, Tan y yo llegamos puntuales y mi familia un poco tarde, ese día mi abuela estaba contenta y muy platicadora, le llevamos un pastel y ella nos invitó un vaso de cerveza, fue entonces que saqué el celular y grabé su voz, pero sin que se diera cuenta. El 10 de mayo quería que fuéramos a su casa a comer con un trío, pero la pandemia ya estaba fuerte y le dijimos que mejor después, ya que todo pasara, y no, ya no pudimos, tenemos ese pendiente con “Mi Chula Veracruzana” cuándo nos volvamos a ver…
Видео A la memoria de mi abuela, Gloria García Hernández канала Hernán Osorio
Mi mamá no había podido visitarla al hospital por los actos casos de Covid en Morelos y concretamente en el IMSS de Plan de Ayala, pero justamente fue el viernes 15 a visitarla, para mi fue muy doloroso verla hablarle a mi abuelita sin recibir respuesta alguna y repetirle constantemente: “Te amo mamá, mamá, te amo”. Acompañé a mi mamá a la salida y esperé un poco para revelar a mi tía Mago a las 13:30 hrs para quedarme toda la tarde y esperar el relevo de mi tío Toño. Mi abuela ya respiraba con mucha dificultad, por la mañana le acaban de poner un catéter, y como a las 16:00 hrs bajaríamos para que le tomaran una radiografía y ver si el catéter estaba bien puesto, pero ya no fue posible.
Tras su agitada respiración hubo un momento que estas fueron pausadas, le puse atención y segundos después su lengua quedó pegada al paladar, le moví la boca y volvió a jalar aire por la boca, pero ya sin dificultad para respirar, sus respiros fueron cada vez más largos, ella parecía estar dormida plácidamente, sus ojos cerrados sin ningún rictus de sufrimiento alguno, hasta que dejó de respirar, le tomé el pulso con la mano y nada, acerqué mi oído a su oído y nariz y tampoco nada. Fui inmediatamente con los doctores y después de un electrocardiograma determinaron su muerte.
Dos de las personas que estuvieron con enorme cabalidad en la hospitalización de mi abuela fueron mi tía Mago y mi hermana Natty, primero le llamé a mi tía pero iba de regreso a su casa a Acapulco y me mandó a buzón su celular, después le marqué a mi hermana, pero como había trabajado en la noche y había llevado a mi mamá al hospital, ya dormía, así es que le tuve que hablar a mi mamá, y si fue duro ver cómo le hablaba a mi abuelita en el hospital, fue mucho más doloroso escucharla llorar por la muerte de su madre, nunca la había escuchado así, inconsolable.
El pasado 12 de marzo del año pasado (2020), fuimos a celebrarle su cumpleaños en su casa, Tan y yo llegamos puntuales y mi familia un poco tarde, ese día mi abuela estaba contenta y muy platicadora, le llevamos un pastel y ella nos invitó un vaso de cerveza, fue entonces que saqué el celular y grabé su voz, pero sin que se diera cuenta. El 10 de mayo quería que fuéramos a su casa a comer con un trío, pero la pandemia ya estaba fuerte y le dijimos que mejor después, ya que todo pasara, y no, ya no pudimos, tenemos ese pendiente con “Mi Chula Veracruzana” cuándo nos volvamos a ver…
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