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Poemas del Niágara,II El Río. Juan Antonio Pérez Bonalde

Poema del Niágara,II El Río. Autor Juan Antonio Pérez Bonalde.

Voz: Epoima. @Epoima.

Agradecimientos. Audacity, programa de Audio. Musopen Org., Música libre.

II
EL RÍO
Azul, ancho, sereno,
espejo de los cielos que retrata
en su límpido seno,
de majestuosos pinos coronado,
al blando murmurío
de espumas de cristal y ondas de plata,
sonoro y sosegado,
regando aromas se desliza el río.
Y vagas el viajador por sus riberas
oyendo los suspiros de las aves
y las notas suaves
de las brisas ligeras
que vienen a empujar sobre las ondas
el ancho lino de las blancas naves.
¡Todo es paz en la tierra
Y todo luz en las etéreas blondas!...
¿Oís? ... Allá, a lo lejos,
algo como un rumor. Sordo, perdido ...
¿Qué será ese ruido?
¿será el viento en la sierra,
precursor de los cárdenos reflejos
del rayo asolador? ...

No; el horizonte
sereno resplandece, y ni una nube
se cierne sobre el monte.
Escuchad cómo sube...
va creciendo por grados, va creciendo...
ya no es ruido lejano, ya es estruendo
que el ámbito ensordece,
y a medida que crece,
va la linfa perdiendo
su serena quietud; ya las espumas
no son las blandas; las ligeras plumas
que adornaban, graciosas,
la inmaculada frente
de la mansa corriente:
son oleadas ruidosas,
son roncos hervideros bullidores
que rugen, que se encrespan, que batallan,
y al chocarse entre sí, raudos estallan
en mil penachos de irritada espuma
que reflejan del iris los colores.
Y es en vano el luchar; la fuerza suma
de un poder misterioso, oculto, interno,
sin cesar los sacude, los agita
y al fin los precipita
en espumante remolino eterno.
Vórtice arrobador, bello, horroroso,
que hace olvidar, al contemplarlo mudo,
el trueno misterioso
que ya cerca retumba
con ímpetu sañudo...
blanco vapor se eleva
sobre el nivel agua, allá a lo lejos,
do con fuerza mayor el trueno zumba;
y la corriente embravecida lleva
del encumbrado sol a los reflejos,
pinos de sus orillas arrancados
cascos de naves, míseros despojos
por su implacable cólera arrastrados.
De pronto, un torbellino
de vaporosas chispas, invadiendo
el aire cristalino,
en lluvia azotadora el rostro os hiela
y os baña. Y os hostiga y os flagela
al ronco son del pavoroso estruendo...
¡No deis un paso más; cerrad los ojos,
que no os trastorne el vértigo la mente ...
bajad por la colina ...
ahora abridlos, y postraos de hinojos!.

Tomado de :http://mireyavasquez.blogspot.com/2010/05/poemas-de-juan-antonio-perez-bonalde.html

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2 сентября 2013 г. 17:29:20
00:04:48
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