Jerez-Xérès-Sherry. 1943

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Director: Marqués de Villa Alcázar.
Muestra la elaboración de los vinos de Jerez, fino, dulce, amontillado y manzanilla.
MARQUÉS DE VILLA ALCÁZAR (1951)
Vamos ahora a presentar a ustedes otro problema. Se trata de hacer una película con un fin determinado. El fin es vender, para la exportación, vinos de Jerez, y está dedicada principalmente a los mercados de Estados Unidos y de Inglaterra. Por este motivo debo hacerles la indicación de que la película “Jerez-Xérès-Sherry”, que vamos a proyectar dentro de unos minutos, está hecha y pensada en inglés, y lo que van ustedes a ver es una traducción o, mejor dicho, una adaptación al castellano de una película hecha para mercados exteriores.
Al hacerla se han tenido en cuenta ciertas modalidades de los mercados de Estados Unidos especialmente, en los cuales se ha hecho una propaganda bastante intensa contra los vinos de Jerez, principalmente por una casa de California de enorme importancia. Según la propaganda de esta casa, “en España se labran los viñedos a mano, por métodos antiguos, con un azadón y unos hombres tienen que trabajar mucho. En California, en cambio, labran sus viñedos con magníficos tractores modernos, y por lo tanto, puesto que emplean utillaje más moderno y métodos más modernos, tiene que obtener un vino mucho mejor que el que en España se obtiene. Naturalmente, teníamos que salir a batallar contra esa idea tan insidiosamente presentada; pero había otra que también ha guiado nuestra orientación, y es que “cuando en un comercio o restaurante de Estados Unidos se pide una botella de jerez español, se obtiene unas veces jerez claro, otras veces oscuro, unas veces dulce, otras veces seco, y en total no se sabe lo que se obtiene; pero, en cambio, si se pide vino de jerez de California, puesto que es un tipo único, se sabe perfectamente lo que se va a obtener”.
Claro es que en esa propaganda no se dice que lo que venden como vino de jerez de California es, sencillamente, un vino tipo manchego, tostado por una aplicación de calor bastante intensa durante breves minutos y con un sabor que a otras personas les podrá parecer semejante al de algún tipo de jerez: pero por muy buena voluntad que yo he puesto y por mucha amistad que tenga con los dueños de esa Compañía de Estados Unidos que nos hace esa clase de competencia, no he podido encontrar en el vino que ellos preparan la menor traza de sabor ni de boca ni de nariz de los vinos jerezanos.
Para combatir la idea errónea de que los tractores darán mejor vino, acudimos a una parábola. Ante todo enseñamos que en España hay tractores; se explica que sería muy fácil plantar los viñedos en tal forma que los tractores puedan ser utilizados, y entonces pasamos en la imagen a una imprenta, para decir en la charla que cuando se quiere una gran cantidad de imágenes de imprenta, aparato moderno, las hace muy deprisa, por muy poco dinero y en enorme cantidad; pero cuando se quiere calidad en las imágenes (y aquí enseñamos un artista pintando) acudimos a un pintor bueno, que hará un solo cuadro, pero, con su vista fija en el pincel, puede poner en él el sentimiento y el toque artístico que da valor a su obra.
Aquí salta la imagen a obreros cavadores muy en primer plano, y en la charla decimos que lo mismo que ocurre para producir la obra de arte pintada, hace falta para producir vinos con la calidad de los de Jerez la mirada del obrero en el borde de la herramienta y el esfuerzo muscular, que lleva 2.000 años produciendo un vino que jamás se ha podido igualar en el mundo. Notarán ustedes que aquí se ha utilizado un camino, podemos decir circular, para llevar la imaginación del espectador de los tractores que tiene ante la vista a la máquina que produce cantidad, pero no calidad. Entonces metemos la idea comparativa “calidad=obra de arte”, y presentamos, a continuación uno de otro, el artista haciendo una obra de arte y los obreros cavadores haciendo lo preciso para conseguir vino de Jerez, al cual ya calificamos como otra obra de arte. A juzgar por los comentarios que he oído yo en Washington y en California, esa parábola es de enorme fuerza persuasiva y ha hecho pupa. Por otra parte, para combatir la propaganda contra la variedad de tipos de nuestros vinos de Jerez seguimos el sistema de hacerle frente, alardeando de que nosotros “podemos” tener una porción de tipos diferentes, mientras que en California solamente obtienen otra cosa, a la cual llaman Jerez, porque la naturaleza no les ha dado elementos de que fue muy generosa con España, que permiten conseguir los caldos que nosotros producimos...

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Видео Jerez-Xérès-Sherry. 1943 канала Mediateca M. Agricultura Pesca y Alimentación