Sola entre serpientes y oscuridad

El 24 de diciembre de 1971, Juliane Koepcke, de solo 17 años, abordó junto a su madre el vuelo LANSA 508, que partió de Lima con destino a Pucallpa, en Perú. Durante el trayecto, el avión fue alcanzado por un rayo y se desintegró en pleno vuelo. Juliane, aún atada a su asiento, cayó desde unos 3.000 metros de altura sobre la densa selva amazónica. Milagrosamente, sobrevivió a la caída con heridas moderadas, incluyendo una clavícula rota y cortes superficiales.

Habiendo crecido en la estación de investigación Panguana, fundada por sus padres zoólogos, Juliane tenía conocimientos prácticos sobre la selva. Siguiendo el consejo de su padre, decidió caminar siguiendo un arroyo, creyendo que la llevaría a zonas habitadas. Durante 11 días, se alimentó de dulces hallados entre los restos del avión y aplicó lo aprendido para evitar peligros como serpientes e insectos venenosos. Finalmente, encontró una cabaña abandonada, donde fue hallada por madereros locales que la rescataron y la llevaron a un hospital.

Su historia inspiró diversas obras, incluido el documental Wings of Hope (1998) dirigido por Werner Herzog, y su autobiografía Als ich vom Himmel fiel (2011). Hoy, Juliane Koepcke —ahora Juliane Diller— es una bióloga reconocida, especializada en mamíferos, especialmente murciélagos. Su increíble supervivencia resalta la importancia del conocimiento ambiental y la resiliencia humana en situaciones extremas.

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