La palabra "NO" me convirtió en millonario

Hola. Mi nombre es Johnny. Si te dijera que una palabra logró convertirme en millonario, ¿me creerías? Bueno, déjame decirte, es la verdad. La palabra "no" me hizo ganar millones, y si no me crees, sigue mirando para descubrir cómo sucedió todo.

Por lo general, estas historias sobre cómo las personas se vuelven millonarias siempre comienzan con un tipo diciendo que vivieron una vida pobre, que eran tan miserables, etc. Pero, en realidad, para mí, no fue como comenzó. No era rico, definitivamente no. Pero estaba feliz y vivía bien. Mi familia y yo podíamos permitirnos unas pequeñas vacaciones a veces, y realmente no teníamos que preocuparnos demasiado por tener comida en la mesa y un techo sobre nuestras cabezas. No éramos pobres, pero tampoco ricos. Estábamos en algún punto intermedio.

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Cuando tenía 16 años, mi padre hizo que nos mudamos a una nueva ciudad por su trabajo. Había conseguido un ascenso en su empresa y, aunque estaba muy triste por tener que despedirme de mis amigos, estaba feliz por él. Me dijo que este nuevo trabajo era realmente emocionante y que le encantaba.

Mi primer día en mi nueva escuela fue bastante agitado, por decir lo menos. Verás, supongo que me consideraban un tipo bastante guapo, o al menos eso es lo que me decía mucha gente. Realmente no sabía porque creían eso, para ser completamente honesto, pero supongo que siempre se dice que la gente te ve un 20% más atractivo de lo que te ves a ti mismo.

Bueno, cuando llegué a la escuela, me sorprendió descubrir que mucha gente quería acercarse a mí y formar una amistad. Los nuevos amigos que hice me dijeron que muchas de las chicas del colegio pensaban que yo era lindo y querían salir conmigo. Estaba bastante abrumado pero emocionado de saber que era popular tan de repente.

Era bastante querido por todos, excepto por un tipo peculiar llamado Michael. Michael estaba en la misma clase que yo en casi todas las materias. Y por alguna razón, me odiaba profundamente. Siempre que estábamos cerca, me miraba con una furia terrible, como si me quisiera muerto. También susurraba insultos en voz baja. Estoy bastante seguro de que solo estaba celoso de mí.

Un día, estaba sentado en la mesa del almuerzo cuando apareció Michael. ¡Tenía una bandeja de comida y fingió tropezar para que toda su comida aterrizara sobre mí! Comprendí fácilmente que solo estaba fingiendo y me puse de pie con ira.

"¿Qué crees que estás haciendo?" Le grité.

"Oh, lo siento, Su Majestad." Él dijo. Luego se echó a reír y se alejó antes de que yo pudiera decir o hacer algo más.

Estaba furioso. Y quería venganza.

Entonces, mis amigos y yo hicimos un plan. Nos fuimos directo al casillero de Michael y lo llenamos con algo realmente vergonzoso, para que cuando lo abriera toda la escuela lo encontrara con las manos en la masa. Muy pronto, al día siguiente, Michael se acercó a su casillero para buscar sus libros, mientras mis amigos y yo esperábamos a la vuelta de la esquina. Nos estábamos riendo y empujándonos unos a los otros porque estábamos muy emocionados.

Finalmente, Michael la abrió y salió una avalancha de peluches. El miró en estado de shock a todos los osos de peluche y conejitos que se derramaban sobre sus pies, y luego, cuando nos vio en la esquina, y noto nuestras caras rojas estallando de risa, nos miró con terrible ira.

"Aw, ¿Michael es un bebé pequeño?" bromeó uno de mis amigos. "¿Michael necesita un pañal?"

Pensé que era un poco demasiado incluso para todo lo que nos había hecho, pero no pude dejar de reírme de la expresión en la cara de Michael. Se veía tan mortificado. Los otros estudiantes que estaban cerca también comenzaron a reír. Michael gritó: "¡Me vengaré por esto, Johnny!", Y luego se marchó, absolutamente furioso, con una mirada de puro odio.

Seguimos riendo hasta que sonó la campana para la clase, luego salimos con lágrimas de risa corriendo por nuestras mejillas.

En clase, sus últimas palabras resonaron en mi cabeza ("¡Me vengaré por esto, Johnny!") Pero no estaba demasiado preocupado. ¿Qué fue lo peor que podía hacer?

En ese momento realmente no sabía que Michael era capaz de hacer mucho. Y si hubiera sabido lo que planeaba hacer a continuación, nunca le habría hecho una broma.

Llegué a casa unos días después y encontré a mi padre en la sala de estar con mi madre, que estaba llorando.

"¿Que está pasando?" Pregunté en pánico.

"Johnny, hay algo que tengo que decirte". dijo papá. Me hizo un gesto para que me sentara a su lado y luego comenzó a explicar todo. "Me han despedido de mi trabajo".

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