Secretamente abrí el casillero de mis enamoramientos y lo que encontré me sorprendió

Vi a todos empacar sus cosas y meterlas en sus bolsas mientras yo me hundía más y más en mi silla. Me avergoncé de haber fallado una prueba importante y de que me pidieran, delante de todos, que me quedara y hablara con mi profesor. Se sentó en su escritorio con las manos a cada lado, como hacen los profesores cuando están decepcionados. Caminé con vergüenza hacia el frente y me senté, cruzando los brazos.

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"Daniel, ¿te importaría explicar qué te llevó a obtener tan mal puntaje en la prueba?" Me preguntó en su habitual tono orgulloso.
“No estudié, señor” dije simplemente. Nunca fui del tipo que pone excusas, simplemente no estudié y eso fue todo.
"He hablado con tus otros profesores y parece que estás reprobando la mayoría de las clases", dijo. “Creemos que deberías conseguir un tutor o fracasarás el año”. Quería darme una palmada en la frente. Fue tan vergonzoso, ¡ahora tenía que ser instruido por un nerd! Probablemente iban a hacer que me quedara adentro durante los descansos estudiando mientras veía a mis amigos jugar baloncesto afuera. Ya estaba temiendo toda la experiencia y ni siquiera había comenzado.

Al día siguiente, mi maestra realmente hizo que me quedara adentro durante el recreo. Hizo esa cosa condescendiente en la que pusieron su mano en tu hombro y me acompañaron a la biblioteca. Estaba casi vacío, pero al fondo vi a todos los nerds de los que se burlaban mis amigos, hablando sobre software de computadora o algo así. Sin embargo, esta chica se destacó. Me sorprendí diciendo "Woah" en voz baja. Nunca la había visto antes, porque mi escuela era enorme. Ella era hermosa. Todo, desde su cabello hasta su sonrisa y sus ojos brillantes, era fascinante. "¿Quien es ella?" Me pregunté a mí mismo. Esperaba que mi maestra me llevara al fondo del salón y me hiciera sentarme con los bichos raros, pero de repente estaba cara a cara con la chica más bonita que había visto en mi vida.
"Dan, esta es tu tutora, Molly", dijo, y luego se marchó murmurando algo sobre que no le pagan lo suficiente y que los adolescentes son los peores, como de costumbre. Me quedé un poco sin palabras frente a mi nuevo tutor. Muchacha. Sonaba como el nombre más hermoso porque era suyo.
"Encantado de conocerte, Daniel", dijo, sonriéndome alegremente. Intenté decir algo pero se me quebró la voz. Aclaré mi garganta y dije “Puedes llamarme 'Danny'”. Ella simplemente sonrió y se sentó, sacando sus libros de su bolso. Ella comenzó a hacerme un montón de preguntas, pero no pude escuchar una palabra de lo que decía, solo la estaba mirando. Nunca me había sentido tan estupefacto. Agitó su mano ante mis ojos y volví a la realidad.
"¿Hola? ¿Estás ahí? Ella rió.
"Sí, sí. Lo siento ”dije.
"Estás bien", respondió ella. Comenzó a preguntarme sobre las asignaturas que tomé y con cuáles estaba luchando más. Estaba súper avergonzado, no quería que ella pensara que yo era estúpido. Le conté mis peores temas y ella los anotó. Escribió todo lo que le dije sobre por qué tenía problemas en la escuela y tomó notas perfectas. Me di cuenta de que era una buena estudiante, ya me estaba estudiando. Demasiado pronto para mi gusto, sonó el timbre y tuvimos que llegar a clase. No teníamos clases juntos, lo que me molestó, aunque siempre había sido así. Ahora, cuando estaba en clase, sentía que faltaba. Miraba a mi alrededor esperando que ella estuviera allí, pero no lo estaba.

Empezamos a estudiar durante el recreo y durante los períodos en los que ambos estábamos libres. Cada palabra que dijo se quedó en mi mente, todo parecía ser la cosa más interesante que jamás había dicho. Muy pronto tuve otro lote de pruebas, ¿y adivinen qué? ¡Los superé a todos! Molly realmente cambió mi vida escolar al revés. Estaba tan lleno de gratitud y estaba tan enamorado de ella que no podía esperar para contarle la noticia. Cuando la vi, la tomé en brazos y la hice girar. Le mostré los resultados de mi prueba y ella estaba tan feliz como yo. No pude evitarlo, solo tenía que hacerlo. Le pedí que fuera mi novia en ese momento. Para mi sorpresa, ella en realidad sonrió y dijo que sí. No sé por qué, pero esperaba que ella me rechazara. Yo estaba sobre la luna. Ella estaba en mi mente 24 horas al día, 7 días a la semana, y ahora espero que yo también esté en la suya.

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