Tratamientos que la Clínica Rementería ofrece para el ojo seco

El ojo seco se puede dividir en dos grandes grupos; el hiposecretor y el evaporativo, en el que el lagrimal produce mucha lágrima pero esta se evapora rápidamente y produce el efecto de ojo seco. A estos pacientes les falta una pequeña capa de grasa que se encuentra encima de la lágrima y evita su evaporación. Los tratamientos para un tipo u otro van a ser totalmente distintos, por lo que es importante distinguirlos y diagnosticarlos correctamente.

El tipo de ojo seco hiposecretor se trata con ciclosporina, que combate la inflamación y, en consecuencia, permite que el paciente segregue más lágrima natural. También puede tratarse con la suministración de ciclos cortos de corticoides, siempre controlando que no puedan producirse efectos secundarios. Incluso en ocasiones se introducen tapones en los lagrimales.

Si el paciente sufre un ojo seco evaporativo se intentará mejorar la grasa en la zona del lagrimal. Se pueden limpiar los orificios, se puede recurrir también al IPL, o aplicar calor a los párpados. Incluso recurrir a un tipo de lentillas que aplican calor para deshacer la grasa.

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