Un extraño deja dinero debajo de mi cama todas las noches

“¡Derek despierta! ¿Sabes que dia es hoy?" dijo Tina.

"¡Ahhh!" Dije mientras refregaba el sueño de mis ojos. Era mi hermana pequeña Tina quien comenzó una cuenta regresiva de cumpleaños. Todas las mañanas saltaba sobre mi estómago para decirme cuántos días le quedaban hasta su gran día.

“¡Tres días más hasta mi cumpleaños! Estoy muy emocionada Derek! ¡No puedo esperar para abrir mis regalos! ¡Sé que me conseguirás algo bueno porque eres el mejor hermano mayor del mundo!” Ella exclamó.

"Aww mi hermanita va a tener seis años". Respondí mientras le revolvía el pelo y le daba un abrazo. Estaba sonriendo pero me sentía terrible. No somos una familia rica. De hecho, es todo lo contrario. Mi mamá trabaja en una pequeña panadería y mi papá fue despedido recientemente, así que tenemos muy poco. De vez en cuando me daban un subsidio, pero nunca tenía mucho que gastar en nada. Deseaba poder llevar a mi hermana a la juguetería para dejarla elegir lo que quisiera. Ella era mi única hermana y, como hermano mayor, era muy protector de ella. Solo quería lo mejor para ella. ¡Pero no tenía nada!

Me levanté de la cama y fui a la cocina a ver qué había para desayunar. No me sorprendí de ver que era avena de nuevo.
"Mamá, estoy cansada de esto". Gruñí.
"Cariño, estoy cansada de explicarte que no podemos permitirnos gastar dinero en desayunos emocionantes". ella respondio.
“Sí hijo, deberías estar agradecido de que al menos tengas algo de comer. Mucha gente ni siquiera tiene eso". dijo mi padre severamente.
Me senté y comí en silencio. Eso era cierto. Si bien no tenía mucho, todavía había tanta gente que tenían menos y al menos debería estar agradecido.

"¡Yum!" dijo Tina. Ella era adorable A ella le gustaba cualquier cosa.

Después de terminar el desayuno, me di una ducha y me preparé para la escuela. Mis padres decidieron enviarme a una escuela privada porque creían que era mejor. Les estaba costando un brazo y una pierna, pero estaban convencidos que ese gran esfuerzo resultaría en que yo consiguiera una carrera lucrativa que eventualmente los 'enorgullecería'. De todos modos, fue bueno porque al menos pude usar un uniforme para que mis compañeros nunca supieran que solo tenía dos o tres atuendos. Aún así, apestaba ser la única persona pobre en toda la escuela. Casi todos en ese lugar vivían en mansiones y tenían prácticamente todo lo que querían.

Luego estaba yo, el tipo con un solo uniforme porque mis padres solo podían permitirse eso. Llevaba el mismo todos los días.

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