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Ifigenia: el sacrificio necesario para la Guerra de Troya

Ifigenia
Helena de Troya ha sido raptada por Paris, príncipe de Troya. Los griegos no pueden dejar esta ofensa sin venganza. Han reunido un numeroso ejército y se encaminan a rescatarla. Pero los vientos han dejado de ser favorables y la flota dirigida por el rey Agamenón lleva varias semanas anclada en el puerto de Áulide. Los sacerdotes consultan a los dioses, y estos emiten un veredicto escalofriante a través del adivino Calcante: la hija del rey Agamenón debe ser sacrificada para poder continuar con el viaje, para que vuelvan de nuevo a soplar los vientos.

Agamenón se debate entre el afecto paterno y el deber para con su ejército. Sabe que si no sacrifica a su hija a los dioses, jamás podrán ir a la guerra. Agamenón ha pasado de ser el simple rey de Micenas, al caudillo elegido entre todos los griegos para abanderar la lucha. Lo han escogido de entre todos los demás por su valía y arrojo y sería deshonroso para su estirpe que la guerra se perdiera por su culpa.

Agamenón sufre y se debate internamente hasta casi estallarle la cabeza. Recuerda ahora la ofensa hecha a la diosa Artemisa, cuando entrando en uno de sus bosques mató a una cierva a ella consagrada y luego se jactó de ser mejor cazador que la propia deidad olímpica. -Sí, exclama para sus adentros, -este es el castigo por el desafío a los dioses.

Agamenón tiembla y vacila, pero su condición de rey se impone a la de padre. Y da la orden para que vayan en busca de su hija Ifigenia, con la falsa promesa de que va a celebrarse su casamiento con Aquiles, el hijo de la diosa y el más fuerte de los guerreros del ejército que espera la partida para Troya.

Cuando el carro que trae a Ifigenia y a su esposa Clitemnestra está a punto de asomar por el campamento griego, Agamenón entra en una profunda crisis reflexiva. Y donde antes se impuso la impasividad del rey de los aqueos, aflora ahora la ternura y el amor paterno. Quiere enmendar lo que ha dispuesto y manda rápido a su esclavo a que detenga a su esposa y a su hija y las haga volver hacia Micenas.

Corre el esclavo, pero más corre el carro en el que viene Ifigenia. A la salida del campamento, el esclavo es interceptado por Menelao, Hermano de Agamenón… y cuando quieren darse cuenta Ifigenia está encima de su padre, Agamenón, dándole besos y abrazos por el goce de volver a verlo.

Nada sospecha la dulce niña, viene más radiante y bella que nunca, pues por fin cree que ha conseguido lo que lleva soñando desde la infancia: casarse con el veloz Aquiles, el hijo mismo de la diosa.

Clitemnestra ha encontrado a su marido Agamenón con el rostro transfigurado. En su sentir de madre intuye que hay algo más allá de ese apresurado matrimonio, que su esposo esconde algún misterio que no ha de serle favorable. Agamenón intenta calmarla y con tono hipócrita reprende a la esposa amada y mirando hacia la hija le habla de un futuro lleno de prodigios y abundancia junto Aquiles. Ahora, exclama, su familia emparentará con los propios dioses.

Menelao y Odiseo escuchan cómplices.

La boda, dice Agamenón, habrá de celebrarse al final de esa misma noche, al alba. Bajo la atónita y desconcertada mirada de Clitemnestra, la joven Ifigenia se prepara para sus desposorios, está en un sueño, por fin irá al altar junto al amado Aquiles.

Agamenón no puede conciliar el sueño. El sacerdote y adivino Calcante lo presiona para que no dé marcha atrás en su designio. Su hermano Menelao llega incluso a arrepentirse. Pero Odiseo insiste y Agamenón sabe que si niega la tropa se rebelará y perderá el mando y la vida.

Aquiles, que acaba de enterarse del suceso, quiere frenar a toda costa el sacrificio. Pero no tarda en darse cuenta de que todo será en vano, de que no podrá vencer ante todo el ejército que ansioso está esperando el olor de la sangre para que los vientos sean favorables y poder emprender la partida.

El alba empieza a acechar entre las ramas de los árboles. Ifigenia va radiante camino del altar, aún tiene llorosos los ojos porque ha conocido hace poco su destino verdadero, la mentira paterna de su ansiada boda.

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10 октября 2018 г. 3:51:09
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