CEIP Gloria Arenillas Reto Huerto COVID19

Que nuestro pequeño parterre esté presidido por un olivo silvestre o "acebuche" fruto del azar de la naturaleza, cobra en este complicado curso educativo, un sentido extraordinario. Fue el olivo el único árbol que no pudrieron ni dañaron las aguas después del gran diluvio, considerándolo Noé un gran signo de la alianza entre la naturaleza y el hombre. Parece que este olivo y este pequeño huerto son una invitación a que, por medio de la educación, los futuros hombres se relacionen de otra manera con el entorno y a que evolucionen como seres sabios e inteligentes, capaces de actuar de manera sostenible usando racionalmente los recursos del planeta.

Al tratarse de un colegio pequeño, en nuestro huerto trabajan todos los cursos, desde la etapa de Educación Infantil hasta sexto de Primaria. Nuestro gran objetivo es involucrar al alumnado en actividades sensibilizadoras y vivenciales, considerándolo un elemento más del paisaje escolar al igual que la biblioteca o que el comedor.

Se han realizado las siguientes actividades:

Limpieza y preparación de los bancales.
Aprendizaje de las diferentes herramientas del huerto.
Investigación de las propiedades y características de lo sembrado.
Siembra, riego y recolecta de los diferentes cultivos. Este año hemos cultivado: habas, lechugas, borrajas y ajos. También hemos recolectado mandarinas.
Como actividad más característica en este colegio cabe destacar, la recolecta de las aceitunas de nuestro olivo con técnicas como el “ordeño” o el “bareo”, así como la preparación de diferentes recetas de las mismas para su consumo.

Los beneficios de tener un huerto en la escuela son patentes cada año, tanto como recurso didáctico transversal para los docentes como experiencia vivencial para los alumnos.

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