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Puerta Madera Ratoncito Pérez

Puerta de Madera de Ratoncito Pérez hecha con madera reciclada

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La real historia del Ratoncito Pérez:

Se creó esta figura a finales del siglo XIX, se cree que fue en 1894 y su autor es el padre Luis Coloma Roldán, fue un escritor, periodista, sacerdote y miembro de la Compañía de Jesús y miembro de la Real Academia de la Lengua Española desde 1908.

En Palacio le pidieron que escribiera un cuento para el Rey Alfonso XIII, que entonces tenia 8 años.

Era un niño un poco miedoso y recientemente había perdido un diente. Su madre la Reina María Cristina era la Regente hasta su mayoría de edad y le llamaba a Alfonso cariñosamente Bubi.

Al padre Luis se le ocurrió la historia protagonizada por el rey Bubi. En este cuento se narra el maravilloso viaje que realiza el pequeño Bubi convertido en ratón de la mano del Ratón Pérez para que conociese como vivían sus pequeños súbditos.

Bubi aprendió valores como la valentía, el cuidado de sus súbditos y la generosidad.

En España y en la mayor parte de Hispanoamericana es el Ratón Pérez quien se ocupa de los dientes de leche de los niños. En Cataluña también existe el cuento popular del Angelet (El Angelito), en el Pais Vasco, sobre todo en Vizcaya también hablamos de Maritxu Teilatukoa (Mari la del tejado) y en Cantabria de L´Esquilu de los dientis (La Ardilla de los dientes). Pero Rantoncito Pérez sigue siendo numero uno.

En Bulgaria, se encargan las abuelas, en Noruega el diente de deja en un vaso y encontrará unas monedas al día siguiente. En Suiza. Polonia, Perú, Venezuela y en la India son ratones anónimos.

En Francia de le llama ratoncito (La petite souris), en Italia Topolino (ratoncito9 o Fatina (hadita).En Los países anglosajones es el Hada de los dientes (tooth Fairy). Su origen no está nada claro al ser a nivel mundial.
Fuente de información:

http://cvc.cervantes.es/actcult/raton/cuento.html

Historia ratoncito Pérez:

Pepito Pérez era un pequeño ratoncito de ciudad. Vivía con su familia en un agujerito de la pared de un edificio. El agujero no era muy grande pero era muy cómodo, y allí no les faltaba la comida. Vivían junto a una panadería, por las noches él y su padre iban a coger harina y todo lo que encontraban para comer.
Un día Pepito escuchó un gran alboroto en el piso de arriba. Y como ratón curioso que era trepó y trepó por las cañerías hasta llegar a la primera planta. Allí vio un montón de aparatos, sillones, flores, cuadros..., parecía que alguien se iba a instalar allí.

Al día siguiente Pepito volvió a subir a ver qué era todo aquello, y descubrió algo que le gustó muchísimo. En el piso de arriba habían puesto una clínica dental.
A partir de entonces todos los días subía a mirar todo lo que hacía el doctor José Mª. Miraba y aprendía, volvía a mirar y apuntaba todo lo que podía en una pequeña libreta de cartón.

Después practicaba con su familia lo que sabía. Su hermanita le curó un dolor de muelas con un poquito de medicina... Y así fue como el ratoncito Pérez se fue haciendo famoso.
Venían ratones de todas partes para que los curara. Ratones de campo con una bolsita llena de comida para él, ratones de ciudad con sombrero y bastón, ratones pequeños, grandes, gordos, flacos... Todos querían que el ratoncito Pérez les arreglara la boca.

Pero entonces empezaron a venir ratones ancianos con un problema más grande. El ratoncito Pérez pensó y pensó cómo podía ayudar a estos ratones que confiaban en él.
Allí vio cómo el doctor José Mª le ponía unos dientes estupendos a un anciano. Esos dientes no eran de personas, los hacían en una gran fábrica para los dentistas. Pero esos dientes, eran enormes y no le servían a él para nada.

Entonces, cuando ya se iba a ir a su casa sin encontrar la solución, apareció en la clínica un niño con su mamá.
El doctor se lo quitó y se lo dio de recuerdo. El ratoncito Pérez encontró la solución: 'Iré a la casa de ese niño y le compraré el diente', pensó. Lo siguió por toda la ciudad y cuando por fin llegó a la casa, se encontró con un enorme gato y no pudo entrar.

El ratoncito Pérez se esperó a que todos se durmieran y entonces entró a la habitación del niño. El niño se había dormido mirando y mirando su diente, y lo había puesto debajo de su almohada.

Al pobre ratoncito Pérez le costó mucho encontrar el diente, pero al fin lo encontró y le dejó al niño un bonito regalo. A la mañana siguiente el niño vio el regalo y se puso contentísimo, y se lo contó a todos sus amigos del colegio.

Y a partir de ese día, todos los niños dejan sus dientes de leche debajo de la almohada. Y el ratoncito Pérez los recoge y les deja a cambio un bonito regalo. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Historia extraída de: https://www.guiainfantil.com/servicios/Cuentos/RatoncitoPerez.htm
Si os gusta las manualidades os recomiendo este canal:
https://www.youtube.com/channel/UCOFbOuaQ4wfNG74WzIrjikw

Видео Puerta Madera Ratoncito Pérez канала Home Hobby Diego
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2 июня 2020 г. 13:56:02
00:08:42
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