Los caracoles en las hojas.

En solo una noche, los caracoles y las babosas pueden ocasionar más daños a las plantas que muchas plagas de jardín en toda una temporada. Mientras usted duerme, y tal vez hasta sueñe con su bello jardín, estas plagas devoran las posturas tiernas, los frutos comestibles y otras plantas. En la mañana, se puede observar el rastro de mucosidad babosa y un nivel de destrucción que pocas plagas pueden emular. Para muchos jardineros, la primera señal de la presencia de caracoles y babosas son los daños en las plantas que ocurren durante la noche.
Los caracoles devoran las hojas, flores y tallos tiernos, así como los frutos suaves y suculentos próximos al suelo. Entre sus víctimas frecuentes se encuentran los cultivos de lechugas, albahacas, repollos, tomates y fresas.
Los caracoles son más activos durante el clima moderadamente cálido cuando el suelo del jardín está húmedo. Los caracoles y babosas son más activos durante el clima moderadamente cálido cuando el suelo del jardín está húmedo.
Las condiciones calientes, frías y secas los ahuyentan en busca de refugio, pero en los climas moderados de las costas esta plaga es un problema todo el año. Una vez que aparecen los hoyos en las hojas, no se puede hacer nada y la única solución es esperar a que nazcan hojas nuevas. Y el daño de los caracoles y babosas en plantas jóvenes pequeñas suele ser irreparable.

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