Desafío Naturaltube Hoplias Sudamericanas. Un Grand Slam de especies de tarariras

Cuando la pesca no genera desafíos pierde mucho de su encanto. Por eso, nos propusimos en 2016 alcanzar una meta soñada: pescar las tres especies de tarariras de mayor valor deportivo en Sudamérica.

Con Naturaltube nos propusimos el desafío de ir en búsqueda de las 3 especies de Tarariras sudamericanas.
El primer paso lo dimos en San Nicolás. A buscar la”Hoplias malabaricua” Tararira que conocemos y pescamos habitualmente. Al inicio de temporada fue duro dar con el pique pero, no bien calentó el agua, pasado el mediodía, logramos buenos ejemplares utilizando mayormente spinner bait y gracias al conocimiento del guía y amigo Matías Jalil. Nuestra querida Hoplias malabaricus nos regaló saltos y corridas en un canalcito muy pintoresco y cerca de la ciudad del acero.
El segundo escalón lo ascendimos en el Amazonas. Un nuevo escenario A Buscar los grandes Trairones “Hoplias Aymará”, desconocido para nosotros, pero con el aval del gran periodista brasileño, Rubinho: “vayan que es el lugar en que vi más trairones en mi vida”. Si lo dice él, que desde 1990 pesca por todos los rincones de su patria.
En el río Juruena, adonde llegamos con tantas expectativas, nos encontramos con las tarariras más grandes del planeta: Hoplias aymara. Y tuvimos el gusto enorme de pescarlas tanto con señuelos de superficie (poppers, paseantes) como con señuelos de fondo (crankbaits de paleta larga), con pesos sorprendentes, ya que sacamos varias de doce a catorce kilos. Ver las contorsiones de estas bestias, que saltan como nuestras tarariras “naciones”, hiela el corazón hasta del más recio pescador. El golpe de semejantes bestias al caer en el agua salpicando todo a su alrededor queda en nuestros oídos como música.
Pero el triángulo no estaba listo sino completábamos el tercer reto: las tarariras tornasoles o azules, endémicas de algunos ríos interiores del Uruguay. Gracias a la invitación de Marcos Borgatti volvimos, luego de muchos años, a la represa El Palmar, que embalsa las aguas del río Negro. Y logramos dar las con las tarariras más difíciles de pescar por su extraño comportamiento: tomaron señuelos de diversas formas y colores, picaron arriba y abajo, por momentos “desaparecían” y, luego, en exactamente el mismo punto, capturábamos ejemplares de dos a cuatro kilos. Las Hopilas lacerdae nos sedujeron con su dificultad para pescarlas y sus colores, que van de un arco iris a negro azabache.
El día en que la pesca no nos presente un desafío para desentrañar nos dedicaremos a otra actividad. Haber sorteado eficazmente el deseo de capturar, con pocas semanas de diferencia, las tres especies de tarariras más deportivas del mundo nos llena de satisfacción, tanto como compartirlo con vos a través de estos videos y animarte a que también traces para tu camino pescador nuevas metas, apuntando a lo difícil, lo más alto, y colocando pasión e inteligencia para lograrlo. Francisco Nario, mítico presidente del Club de Pescadores, tenía una frase de cabecera: “Se puede, siempre se puede”. Pudimos con las tres tarariras. Vos también podés.

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