Nuda propiedad: ¿y si quiero vender mi vivienda sin salir de ella?

España es un país de propietarios en el que la mayor parte del patrimonio de la gente está invertida en ‘ladrillo’. Si sumamos que la esperanza de vida se incrementa cada año, pensar en la vivienda como un activo para completar nuestra renta, en caso de que tengamos necesidades extra durante la jubilación, es una opción que podemos considerar y conviene entender para poder decidir cuál se adapta mejor a tus necesidades.

Pero ¿qué pasaría si quisiésemos seguir viviendo en nuestra casa? Podríamos optar por la opción de vender la nuda propiedad de la casa y quedarnos con el usufructo, con el derecho de uso y disfrute en ella hasta nuestro fallecimiento. En este caso, nosotros, que somos el propietario, no recibiremos el valor de mercado del inmueble, porque hay que descontar el valor económico del usufructo, que depende de la edad y de la esperanza de vida que tengamos en el momento de hacer la transacción.

Lucía Pérez de Villaamil, socia de Asesoramiento patrimonial en Abante, recuerda que la toma de decisiones que impliquen hacer liquidez de un inmueble, "tiene que venir acompañadas del asesoramiento de un experto que nos ayude a elegir qué alternativa se adecua mejor a nuestro proyecto biográfico y plan sucesorio".

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