Documental Bartolo y uno de los últimos rincones pintorescos del litoral

La playa de la Caseria es un rincón peculiar, una reserva semisalvaje. Uno de esos rincones difíciles ya de encontrar donde la gente se reúne a conversar, cantar, filosofar, comer pescaíto recién pescado, o simplemente disfrutar de uno de los mejores atardeceres de la bahía. Niños, ancianos, jóvenes y no tanto, conviven en vecindad y armonía con un espacio que ahora se ve amenazado por el incompetente enfoque urbanístico y por el derrumbe completo a causa de la ley de costas. Ya que ha unos politicos y administraciones, se le has metido en la cabeza meterse con ese rincón humilde para destruirlo y dejar a sus habitantes, con una mano delante y otra detrás. Pero estos que quieren destruir este lugar, no hacen nada en sitios donde hay dinero y donde la especulación urbanística, es mas invasiva para el medio, que las casetas de pescadores de la Caseria de Ossio, como son los lugares de Puerto sherry, la Costa del Sol...etc.

La Casería es uno de esos reductos del mundo donde nadie parece darse por enterado de que existe un fenómeno llamado globalización ni de las prisas o la prosperidad económica que gravitan a su alrededor. Lamentablemente, la especulación urbanística no ha olvidado este rincón de La Isla (San Fernando / Cadiz).

Este es un documental realizado allá por 2005 , en donde la imaginación de sus creadores David y Pitu ha situado a Bartolo, un bar flotante donde los niños, un par de locos y bebedores alegres, se reúnen a comer pescaíto frito y a disfrutar de uno de los mejores atardeceres de la Bahía... O por lo menos así era, hasta que el espacio se vió amenazado por un plan urbanístico que contempló la construcción de altas torres de viviendas en la época de la burbuja inmobiliaria.

Pitu García ha recordado los inicios de este proyecto, "cuando nos juntamos dos amigos, cámara en mano, un portátil y un micro con una caña de bambú como pértiga para hablar de un tema que nos preocupaba". Un asunto tan serio como parece de sencillo a primera vista.

La cosa fue así: "El rodaje de Bartolo coincidió con el comienzo de las obras en La Casería, por lo que todo gira alrededor de esta barbarie urbanística", nos cuenta el codirector de la cinta. Después vinieron varios festivales cinematográficos, "pero sobre todo se ha difundiendo boca a boca".

Además la Plataforma ciudadana SOS Casería convirtió el documental en estandarte de su lucha y ahora llegan los primeros premios por parte de la Junta. "Es muy gratificante que la administración pública tenga en cuenta un proyecto pequeño, sin financiación y sin medios. Eso hace pensar que en el fondo merece la pena apostar por una idea", comenta Pitu orgulloso.

Desde que entramos en Europa en la Bahía de Cádiz hemos vivido un proceso similar. Siendo nuestra comarca uno de los núcleos industriales más importantes de Andalucía, Bruselas tenía unos planes distintos para esta tierra. . Delphi, la fábrica de San Carlos, ahora Alestis, son algunos de los muchos ejemplos que refuerzan lo que aquí se explica. Pero ahora los cómplices necesarios y que se frotan las manos son los empresarios de la hostelería. Son los señoritos de la Bahía de Cádiz esperando a esas colas de trabajadoras desesperadas para trabajar en unas condiciones miserables, sin estabilidad ni perspectivas de futuro cuya única alternativa a la hostelería, el comercio o ser militar viene a ser la migración.

Este proceso de turistificación ya se ha dado y se está dando en otras ciudades del sur de Europa y de Andalucía en particular. Barrios enteros desconfigurados, bloques donde antes vivían vecinas de toda la vida, ahora son pisos turísticos. Pequeños comercios desaparecidos y reconvertidos en tiendas de souvenirs y Carrefoures express. Bares y tabernas que cierran para que abran grandes cadenas. Y así, las vecinas de ciudades como Sevilla, Málaga, Cádiz o Granada tienen que dejar sus barrios de toda la vida porque no pueden afrontar los alquileres, sus calles se llenan de turistas y no tienen si quiera una panadería cerca de casa. Todo para el negocio de los grandes caseros, inmobiliarias, fondos de inversión y empresarios especuladores.

Patricio Poullet, responsable para Demarcación Costas de Andalucía Occidental, es uno de los artífices que quiere destruir este rincón semisalvaje que queda en el litoral. Ha dicho que “no se va a sentar con quién incumple la ley”. Lo que queda bastante en entredicho cuando ves los casos más cercanos como el Bahía Sur, el restaurante portuense A Poniente de Ángel León o el restaurante que han montado en el antiguo cuartel de la Guardia Civil en la Loma del Puerco, en Chiclana. Estas casetas de pescadores y los dos restaurantes, llevan desde alli mas de 80 años, antes de que existiera la ley de costas. Por lo que aquí hay algo mas que "salvar el litoral y el ecositema"...
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