El conductor que atropelló agentes al huir de control de alcoholemia es hermano del "Turco" García

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Un hermano del ex futbolista Claudio “El Turco” García enfrenta un pedido de detención por tentativa de homicidio, ya que fue identificado como el conductor que hace trece días se escapó de un control de alcoholemia que le dio positivo en el partido bonaerense de Vicente López y en la huida atropelló a dos agentes de tránsito, a uno de los cuales llevó 300 metros sobre el capó.

Fuentes judiciales y policiales informaron hoy a Télam que el imputado es Pablo Javier García (41), quien trabaja como remisero y es hermano del mencionado ex delantero de Huracán, Racing y la selección argentina.

El fiscal a cargo de la causa, Martín Gómez, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada de Vicente López, está convencido luego de ver los videos del hecho y de tomar los testimonios que García actuó en forma “temeraria” y pidió su detención.

Gómez le imputa a García los delitos de “homicidio agravado críminis causae (matar para ocultar otro delito y lograr la impunidad) en grado de tentativa” y “robo”, porque al escapar le manoteó a uno de los agentes de tránsito el talonario de boletas y los documentos que tenía en la mano de otro conductor que en ese momento estaba en el mismo control.

Además le imputó el delito de “resistencia a la autoridad” por la fuga no sólo de los agentes de tránsito sino también de un patrullero de Prefectura que lo persiguió pero no lo interceptó.

Por todos esos delitos, el fiscal pidió la detención del remisero ante el juez de Garantías 1 de San Isidro, Ricardo Costa, pero la defensa de García, encabezada por el abogado Fernando Burlando, presentó un pedido de eximición de prisión que dejó por el momento todo en suspenso.

Voceros judiciales explicaron a Télam que el juez Costa ya rechazó la eximición de prisión pero todavía no evaluó el pedido de detención presentado por el fiscal ya que debe esperar que se agoten los plazos para una eventual apelación de la defensa a su decisión.

“Vamos a apelar ante la Cámara de San Isidro el fallo del juez para intentar lograr que mi cliente quede eximido de prisión y pueda afrontar este proceso en libertad”, dijo hoy a Télam Burlando.

El abogado criticó la imputación planteada por la fiscalía al asegurar que “para que se dé la tentativa de homicidio hay que tener una intención de matar y acá se nota la ausencia de ese dolo”.

“Yo reduzco este episodio a un incidente de tránsito callejero en el que mi cliente deberá asumir su responsabilidad, pero gracias a Dios no pasó nada y nadie salió lastimado”, agregó Burlando.

Fuentes judiciales explicaron a Télam que al pedir su detención, el fiscal Gómez valoró que al arrancar su auto para huir del control de alcoholemia, arrastrar a un agente que se colgó de la puerta y llevar 400 metros a otro sobre el capó, García seleccionó un “medio idóneo para causar la muerte” y pese a advertir podía ocasionar ese resultado continuó con su acción.

García ya estaba identificado desde el momento del hecho pero el fiscal Gómez tuvo que ordenar una serie de tareas de inteligencia tanto a la Policía bonaerense como a la Policía Federal (PFA) para poder localizarlo, notificarle la formación de la causa y secuestrar el auto del incidente.

Efectivos de la comisaría 48 de la PFA de la Ciudad fueron los que finalmente lograron ubicar primero el auto Volkswagen Bora negro, patente ESB960, estacionado en la intersección de las calles Santander y Miralla, en el barrio porteño de Villa Lugano.

También determinaron que García vivía en un domicilio ubicado a pocos metros de allí y no en la dirección que figuraba en su documento, por lo que se secuestró el auto y se le notificó la formación de la causa.

El hecho ocurrió a las 4.30 del 9 de septiembre en la intersección de la avenida Del Libertador e Hipólito Yrigoyen donde inspectores de tránsito de la Municipalidad de Vicente López habían montado un control de alcoholemia.

Dos agentes, Diego Martín Acevedo y Emiliano Rubén Racedo, detuvieron la marcha del Volkswagen Bora conducido por García, le hicieron el test de la pipeta y arrojó como resultado que tenía 1,5 gramos de alcohol por litro de sangre, el triple de los 0,50 que permite la ley.

Los agentes le pidieron al conductor que descienda del auto, pero García escapó pese a que Racedo se le colgó de la puerta y Acevedo se le subió al capó, lo que quedó registrado en un video grabado por otros inspectores.

Racedo cayó a pocos metros y perdió el talonario de boletas, el ticket del test positivo y los documentos de otro conductor que tenía en la mano, el Bora huyó zigzagueando por Libertador con Acevedo en el capó hasta que luego de una frenada el agente de tránsito cayó al asfalto, y el automovilista alcoholizado logró escapar pese a que también lo persiguió un patrullero de Prefectura.

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