¿Es bueno hacerse una intervención estética en la vulva? Testimonio real sobre la labioplastia

Texto completo del testimonio de Yahaira:
De Yahaira, para @lapsicowoman.
Gracias de corazón por leer mi mensaje express de Instagram. Aunque haya parecido un gesto insignificante, para mí, ha supuesto la reconciliación entre yo, mi vulva, mi cuerpo, el concepto de mí misma como mujer, mi autoestima… Me has ayudado de corazón y estoy encantada de poder ayudarte en cierto modo con mi experiencia. Gracias también por indagar en la educación sexual, ser activista y visibilizar que cada cuerpo o simetría es perfecta, porque simplemente ‘es’, existe, es parte de nosotras y por lo tanto es merecedora de amor y respeto. Gracias por enseñarnos a querernos más y a culparnos menos.
Mi historia:
Me llamo Yahaira y tengo 22 años. Siempre he sido una mujer bastante activa y deportista, ya desde los 16 practicaba running y bicicleta. A esa edad, no me había planteado un posible ‘problema’ o idea negativa hacia mi vulva o labios menores, tampoco había visto otras vulvas antes, ni había tenido relaciones sexuales. Obviamente, me observaba y los veía colgar, pero, nunca achaqué una idea negativa a ese hecho, aunque a veces, el roce con la ropa me molestara o se me trillaran los labios al correr. Recuerdo que con 17, a punto de cumplir 18, fui por primera vez al ginecólogo y al ver mi vulva allí se me diagnosticó como una ‘hipertrofia’ de los labios menores. Desde entonces, comencé a sentirme un ‘bicho raro’, mi autoestima no era la misma. Sentía que cualquier persona se reiría de mí y me apartaría y que nunca sería merecedora de amor o placer. Entonces a los 18 decidí someterme a una ‘labioplastia’ de los labios menores, (debo decir que bajo decisión propia, puesto que nadie me obligó a ello, mas que el sistema mismo o los prototipos e ideas preconcebidas). Debo decir, que en ningún momento me avisaron de las posibles consecuencias secundarias, más allá de las típicas de la anestesia. Nunca me dijeron que mi vida sexual en un futuro se deterioraría, que perdería más de un 60% de sensibilidad, que las cicatrices darían alguna que otra punzada incluso años después de operarme, o que el riesgo de infección de orina es mayor, puesto que los labios también tienen una función protectora. Debo reconocer también que toda la información que encontré en su momento prometía un cambio radical de vida en cuanto a estética y placer. Hoy en día, de primera mano, desmiento todos estos mitos… a gritos, ¡ESO NO ES VERDAD! Nadie te va a querer más o menos por lo que tengas entre tus piernas, tú vales mucho más que cualquier idea o prototipo surrealista de este sistema tan básico y superficial. No te hagas este daño… Es que precisamente, el mismo universo me trajo hasta aquí para decirme ‘nena, quiérete más, te voy a dar esta experiencia para que el día de mañana aprendas y te quieras, aunque sea por las malas’ y ha sido así. Me arrepiento muchísimo de haberme quitado una parte de mi propio ser, de mi propia piel. Es la peor decisión de mi vida, aunque hoy en día me haya hecho ser quien soy. Ha sido dolorosa, no sólo físicamente (por la dura recuperación), sino, psicológicamente por la pérdida de placer. A nivel sexual me cuesta mucho llegar al orgasmo, a veces es doloroso y he llegado incluso a pensar que soy anorgásmica. Recuerdo que al poco tiempo de operarme, leíamos en clase de lengua un artículo de ablación femenina, lo que me llevó a sentir impotencia, culpabilidad y tristeza. Sentí como si hubiera sido una víctima del propio sistema, tal y como lo eran esas mujeres (las cuales considero que su condición es todavía más dura). Otra vez la vida me estaba diciendo de alguna manera u otra, quiérete como eres, cambia tus valores, medita sobre esos prototipos… Porque es así, ninguno de nosotros nace aprendido, a todos nos enseñan de la mejor manera que pueden… Es nuestra responsabilidad informarnos, darnos amor, cambiar nuestros prejuicios/ideas preconcebidas y aunque suene duro, sino lo aprendemos por las buenas, el universo nos pondrá en una situación no tan buena para que lo aprendamos. Gracias a Lapsicowoman, la culpabilidad que podía haber sentido estos años está desapareciendo. Ahora siento gratitud con la vida(conmigo) y con todas las experiencias que vivo y espero que de corazón que otras mujeres que sientan esta presión alguna vez en sus vidas se sientan únicas y merecedoras de amor propio y externo, por lo que son no por lo que se espera que sea de ellas, porque todo lo que importa esta en ti y en tu capacidad para amarte.

Grabación y Edición: Cris Chinchilla/ Sintoniza Audiovisuales

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