Jhon Wilmar Velásquez un caficultor destacado gracias a la variedad Castillo

A tan solo media hora de camino en carro desde el casco urbano hasta en la vereda las Andes del municipio de Salgar se encuentra la finca San Carlos, un terruño a 1.800 metros sobre el nivel del mar y sembrado en café, plátano y banano.

Jhon Wilmar Velásquez al lado de su esposa doña Liliana y sus hijos Dahiana y Nicolas son el alma de la empresa cafetera que hoy en día y gracias al esfuerzo y dedicación de la familia le brinda el sustento al hogar que tienen conformado.

En total su finca tiene 20.190 árboles de café, están distribuidos en 7 lotes donde trabaja con la variedad castrillo en su mayoría y un bajo porcentaje en caturra, la densidad de siembra varía de acuerdo al lote, por ejemplo, el lote 3 tiene 8.400 árboles por hectárea, el método aplicado aquí es la tenencia de 4.200 sitios pero de a dos ejes por ello la sumatoria de 8.400, su manejo nutricional es basado en análisis de suelo y la aplicación es al voleo una técnica que permite ahorrar costos por mano de obra.

En el mismo lote 3 y de acuerdo a los registros de recolección, fertilización y ventas de café Jhon Wilmar tuvo un promedio de 552 arrobas por hectárea en la variedad Castillo mientas en la variedad caturra el promedio solo fue de 350 arrobas por hectárea, esto nos lleva a concluir que es más productiva y rentable la variedad Castillo.

Ahora el nuevo reto de la familia es impulsar con la variedad Castillo la iniciativa de tener marca propia, por ahora han iniciado con la propuesta de Café San Carlos, un café que es recolectado cuidadosamente, trabajado con un buen beneficio y secado al sol, su proceso industrial es acompañado por la Cooperativa de Caficultores de Salgar quien lo trilla, tuesta, muele y empaca, de esta manera es posible Café San Carlos un producto que es el resultado del arduo trabajo de la familia orgullosamente cafetera.

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