Miedo al futuro y por qué muchas veces no logramos lo que buscamos | Javier Iriondo

¿Conoces "La ley de la inversión"? Viene a explicar que muchas veces provocamos el efecto contrario de lo que estamos buscando.
¿Y sabes dónde se refleja más? En dos conceptos que te resultarán muy familiares: seguridad e inseguridad. Cuanto más necesites buscar la certeza o lo seguro en la vida, más sufrirás porque el hecho de buscarlo de forma obsesiva te hará sentir muuuucha más inseguridad en el presente (no dejaremos de pensar en aquello que nos falta).
Al final, gran parte de nuestra insatisfacción, infelicidad, viene de pensar en aquello que no tenemos; acabamos aplazando lo que realmente es urgente y prioritario en nuestra vida: vivir.

Y este fragmento de "La vida te está esperando" lo explica de forma más clara:

«Si construyes una casa y para estar más seguro construyes unos gigantescos muros, lo único que ocurre es que desde esa fortaleza te estás aislando del mundo, no puedes ver la vida, te encierras protegiéndote de la propia vida en búsqueda de la seguridad, intentando bloquear y dejar el miedo ahí afuera. Sin embargo, esa manera de vivir perpetúa el miedo, porque el miedo no es algo que esté ahí fuera, sino que vive dentro de nosotros.

La seguridad de la que hablamos no es una seguridad física, es una seguridad psicológica, espiritual, emocional. No hay donde esconderse, no hay donde huir, porque no puedes huir de algo que está dentro de ti, es como correr para librarte de tu propia sombra.

Todos queremos sentirnos más seguros y tener una estabilidad, pero cuando esa necesidad domina nuestra vida, las consecuencias pueden ser terribles. La trampa es que nos pasamos gran parte de la vida sacrificándonos para asegurar un futuro mejor y así no logramos vivir ni disfrutar plenamente del presente.

Vivimos en la suposición de que si encontramos el trabajo o el negocio perfecto, si encontramos a la pareja ideal que encaje en todos los sentidos, la inseguridad y la sensación de vacío desaparecerán al instante y todo será perfecto.

Pensar que en algún momento nos sentiremos totalmente seguros es un auténtico desgaste de energía que nos dejará agotados y vacíos, porque la seguridad es una ilusión, no existe esa garantía absoluta que nuestra mente quiere creer y ansía.

Ese miedo es el combustible que empuja hasta el extremo la vida diaria de muchas personas. Les empuja a trabajar sin descanso por ese miedo al futuro, y es algo que sigue creciendo en la sociedad moderna.

Pero la vida es fluir con lo que el destino nos traiga y cuando pretendemos controlarla o dominarla seremos víctimas del miedo. La seguridad necesita tener todo bajo control, pero pretender controlar la vida es vivir con temor. No podemos guardar el tiempo aunque paremos un reloj, no podemos guardar el viento en una caja, ni guardar la esencia de un río en un cubo, todo lo que deja de fluir muere.

Ese temor es el destructor, el "matapresentes" que nos arruina la vida impidiéndonos disfrutar del presente. Así que espero que un día comiences a vivir como si estuvieses muriendo, porque esa es la realidad, pero en verdad vivimos como inmortales, como si tuviésemos todo el tiempo del mundo, como si ya tendremos tiempo más adelante cuando las cosas y las circunstancias sean perfectas.»

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