A PARTIR DE AHORA NO SERÁ POSIBLE USAR EL TELÉFONO Y CONDUCIR

A PARTIR DE AHORA NO SERÁ POSIBLE USAR EL TELÉFONO Y CONDUCIR
FUENTE SORDA
Editorial de RADIO ANDÚJAR
Escribe Juan Parras García

Edición 17/3/23
La estadística que controla los accidentes de tráfico confirma que las distracciones participan en nada menos que trescientos accidentes mortales al año, destacando de entre ellas el uso del móvil cuando se conduce. Sabemos que se trata de un gesto muy habitual entre los usuarios que es sancionado con la retirada de seis puntos del permiso de conducir y 200 euros. La Dirección General de Tráfico asegura que utilizar el móvil mientras se conduce es muy peligroso, matizando que, de manera muy especial, si se trata de enviar o de recibir mensajes. Tantas veces hemos ido con el “cántaro a la fuente”, que, como ocurre siempre que se no atienden los consejos, los responsables del tráfico y las compañías que gestionan esta clase de teléfonos han decidido intervenir y están a punto de implantar un sistema de control de su uso mientras se conduce que no permitirían su uso bloqueándose desde el instante en que ponemos el vehículo en movimiento. Solo se podrían utilizar las funciones que permiten la navegación. Este modo se activaría de manera automática y no podría anularse manualmente, sino que sería el propio terminal el que se desbloquearía al llegar a nuestro destino. Por supuesto este nuevo modo de funcionamiento iría integrado también en otros dispositivos, como las “tablet “o los propios teléfonos, acabando así con el uso de dispositivos electrónicos al volante.

Como en casi todas las restricciones que se imponen, las estadísticas confirman la necesidad de implantarlas basándose en la incidencia con la que aparecen. En el caso de las distracciones, y especialmente por el uso del teléfono mientras se conduce, vemos que el número de fallecidos y de heridos graves exigía decisiones drásticas que frenaran en algo el excesivo abuso que se hace de este aparato. El hecho de que aumentara la detracción de puntos en el permiso de conducir y el añadido de doscientos euros, ciertamente sirvió para reducir el número de conductores utilizándolo, pero fue un espejismo, porque el efecto duró escasamente unos meses. Por eso antes decíamos lo de ir con el cántaro tantas veces a la fuente, que, como la respuesta no ha sido la que se esperaba y todo sigue igual o peor, se han visto en la obligación de controlarlo creando este nuevo sistema que nos devolverá a los tiempos en que debíamos detenernos para buscar una cabina telefónica cuando necesitábamos contactar con alguien. A partir de que se autorice su instalación en todos los vehículos y que se compruebe su efectividad, estén seguros de que el número de accidentes mortales por esta causa no será tan importante.

Nadie pone en duda que los móviles, además de resultar imprescindibles hoy día, ayudan en situaciones de accidentes de cualquier tipo, pero lo que no debíamos haber permitido nunca (y que cada cual asuma su responsabilidad), es otorgarle tal nivel de protagonismo en nuestras vidas, porque muy pocos serán los que puedan justificar el número de llamadas que hacen y reciben diariamente cuando hace solo unos años nos desenvolvíamos cómodamente a través de los teléfonos de toda la vida.

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