Tengo millones pero pretendo estar sin hogar

"Jeeves, ¿podrías traerme un refresco?" Le exigí a mi mayordomo. Su nombre no era realmente Jeeves, solo lo llamaba así por diversión.

"Sí señor." respondió.

"Hazme un sándwich mientras estás en eso". Dije.

Él asintió y se fue.

El hecho de que la gente se refiriera a mí como 'señor' me hizo sentir bastante importante, especialmente porque solo estaba en mi último año de secundaria. Mis padres eran dueños de varios hoteles de lujo en el Pacífico Sur y, además de eso, mi madre era la heredera de una enorme fortuna familiar.

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Así que supongo que se podría decir que crecí como un príncipe. Los sirvientes me mimaron y no tuve que hacer nada por mí mismo.

Mi habitación era del tamaño de la casa de una familia de clase media y no exagero. ¡Tenía todo lo que puedas imaginar! Tenía mi propia sala de juegos, dos televisores, una máquina de algodón de azúcar, cancha de baloncesto, jacuzzi y una sección que me gustaba llamar 'el zoológico'. No era un zoológico real, por supuesto, pero era donde guardaba mis mascotas exóticas; Un mono ardilla, una pitón real, un dragón de Komodo y un caniche común al que llamé Frank. Pero aparte de eso yo era un niño normal. Me gustaban los videojuegos, salir con mis otros amigos ricos y practicar deportes, especialmente fútbol.

La mejor parte de mi vida era que mis padres no eran dominantes o controladores. Querían que me convirtiera en una persona autosuficiente e independiente. Eso significaba que me dejaban hacer lo que quisiera. Así que pude que salir con mis amigos y hacer lo que tenía ganas de hacer.

Un sábado por la tarde después de la práctica de fútbol, ​​estaba caminando por la ciudad con mi amigo Andy.Despues de la practica intensa nos agarro un hambre terrible, así que decidimos parar en un 7-11 para tomar un refrigerio. Cuando salí del edificio con mi bebida en la mano del tamaño de mi cabeza, un viejo se chocó contra mi hombro y la mitad de mi bebida se derramó sobre el pavimento.

"¡Oye, mira!" Dije enojado

"Lo siento." respondió.

Lo miré bien y me di cuenta de que llevaba ropa sucia y parecía que no se había duchado en meses.

“No he comido en todo el día. ¿Tienes cinco dólares de sobra? preguntó.

"Por supuesto." Dije mientras cavaba en mi bolsillo. Le entregué el dinero.

“No tengo nada para comer mañana tampoco. ¿Tienes más dinero de sobra? preguntó.

Miré a Andy y nos echamos a reír.

“Mira viejo, ya te di cinco dólares. Eso es suficiente." Dije.

“Eres un mocoso malcriado y nunca entenderás lo que es ser una persona como yo, sin hogar y abandonada por todos. Nunca sabrás lo que es no tener nada ". Él gritó.

Cuando me senté solo en mi habitación esa noche pensé "Hmm. Mi identidad no gira en torno a todo este dinero. Estoy bastante seguro de que soy lo suficientemente fuerte como para sobrevivir como una persona sin hogar. ¡Tal vez tome las palabras de este viejo y las use como un desafío!

“Me voy a alejar de mi vida perfecta por un tiempo. Solo necesito un plan.” Seguí pensando.

A la mañana siguiente convencí a mis padres de que me enviaran a una escuela secundaria privada en Francia durante un año. Era verano y se suponía que iba a ir a una escuela secundaria de élite cercana en unas pocas semanas. Le expliqué que mudarme a Francia sería mejor para mi desarrollo e independencia. ¡También aprendería un nuevo idioma! Acordaron de inmediato, hicieron los planes y compraron el boleto. No podía creer lo fácil que fue eso.

En realidad, solo iba a irme a dos ciudades de distancia. Ya me había inscrito en una escuela secundaria de bajos recursos

Cuando llegó el momento de partir, fingí que estaba todo listo para ir a mi nueva escuela. Mis padres me dejaron en el aeropuerto y tan pronto como se fueron, tomé un autobús a la ciudad. Encontré al viejo con el que me había encontrado unas semanas antes y le di mi maleta.

“Puedes tener todas estas cosas. No lo necesito. Dije. Todo lo que me quedaba era una mochila y cincuenta dólares.

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