JOSELITO... El ruiseñor de la pantalla (1ª PARTE)

Considerado por muchos como la voz infantil más importante del siglo XX, este pequeño artista causó sensación y admiración a partes iguales desde su primera aparición en la pantalla. Se le llamó "el niño de la voz de oro" y "el ruiseñor de la pantalla", ningún otro calificativo podía encajar mejor. Poseía un increíble registro vocal de limpísimos agudos que le hacía extraordinariamente dúctil, igual abordando distintos palos flamencos, que la canción melódica e incluso temas de carácter lírico que encierran una dificultad añadida, como demuestran sus famosas interpretaciones de "Granada" de Agustín Lara o el "Ave María " de Shubert. Con tales talentos se convirtió en ídolo de masas en todo el mundo, especialmente en Europa y Latinoamérica donde se le adoraba. Sus "alegres trinos" llegaron incluso al Show de Ed Sullivan, uno de los programas históricos de la televisión americana, todo un hito para un niño nacido de una humilde familia numerosa del campo andaluz. Sus capacidades vocales le llevaron a debutar tempranamente en el cine con tan solo 9 años de edad con el filme "El pequeño ruiseñor" (1956), dirigido por Antonio del Amo, que se convertiría en el director titular de la pequeña estrella durante toda su etapa como infante. El éxito de la cinta propició el aluvión de niños cantantes que llenaron la pantalla española durante los años cincuenta y sesenta del siglo XX, surgiendo toda una multitud de imitadores al amparo de su fama, como los niños Angelito, alías "Pachin" o Juan Jose. sin que ninguno de ellos superase el impacto inicial.

El triunfo obtenido con su primer título, una cinta modesta en blanco y negro, le valió un contrato con el todopoderoso productor Cesareo González, dueño de Suevia Films, que lanzaría su carrera cinematográfica con una promoción a gran escala, en la que se incluirían presentaciones personales en diversos países de Europa y América, utilizando el mismo sistema que ya había aplicado con otras figuras folclóricas de las que tenía contrato en exclusiva como Lola Flores. Don Cesáreo vestiría los vehículos del niño de alegre colorido, sólidos repartos y un sinfín de melodías populares que se comercializaban en discos éxitos de ventas. Los argumentos de estos títulos contaban invariablemente historias de huerfanitos o niños con problemas familiares, en los que Joselito con su voz y alegría terminaría triunfando sobre todas las dificultades obteniendo el éxito y la felicidad de los suyos, haciendo las delicias de las madres que lloraban con gusto en los cines de barrio donde llevaban a sus hijos a ver a su estrella.

Este video recoge la primera parte de la trayectoria de este pequeño-gran artista con imágenes de sus primeros filmes, con los que se convertiría en el ídolo de una España que empezaba a salir del hambre y pesadumbre de la posguerra encarando el desarrollismo de la década de los sesenta...

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