📺 Sanidad de heridas inexistentes - @AndresCorson - 7 Julio 2019

Muchas de nuestras heridas emocionales son reales: te abandonaron cuando eras niño, te rechazaron, etc., pero también hay heridas que han sido el producto de nuestra imaginación una mentira que el enemigo nos hizo creer.

1) Percepciones equivocadas: Si queremos ser libres de las enfermedades del alma como las inseguridades, la depresión, el malgenio, etc., además de perdonar, tenemos que aprender a ser objetivos:
- ¿Lo que hasta el día de hoy he creído que me sucedió es veraz o es un producto de mi imaginación? Jesús dijo: “conocerán la verdad y la verdad los hará libres”.
- ¿Qué otra perspectiva podría tener de la situación?

2) Ideas puestas por otros en nuestra mente: Muchas veces en los procesos de sanidad interior el enemigo puede llegar a poner mentiras que generan una herida que antes no existía, por eso, la Biblia dice que toda revelación o profecía debe ser juzgada. Si no nos edifica, no nos sana o no nos lleva a amar a los demás, no es de Dios.

3) Argumentos contra Dios: Otra “herida inexistente” es la mentira que algunos han creído de que Dios es el culpable de sus heridas del pasado, por ejemplo:
- “Dios me formó como una persona enferma, retrasada, con parálisis cerebral, fea...”.
- “Dios permitió que yo fuera abusado o rechazado”.
- “Si Dios sabía que mi futuro esposo era un abusador, ¿por qué no impidió mi matrimonio?”

Aunque es Dios es todopoderoso (Jeremías 32:17), todo lo ve y todo lo sabe (Salmo 139:16) y es el único que da vida (Hechos 17:25), dios respeta la libertad o el libre albedrío, por eso:
- Dios no elige a nuestros padres, eso sucede de manera natural.
- Dios no enferma a nadie ni interviene en la formación de un bebé, a menos que se lo pidamos en oración.
- Dios no permite ni impide que muchas cosas nos sucedan, él solo interviene en su creación en casos especiales o cuando nosotros se lo pedimos, por eso es tan importante orar.

Lo que Dios sí puede hacer es disponer que nuestras malas experiencias sean usadas para bien: Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman - Romanos 8:28 (NVI). Dios no es el culpable de nuestras desgracias, pero si ese argumento ya está en nuestra mente tenemos que hacer algo para ser sanos y libres.

¿Cómo ser sanos de esos supuestos?
Aunque ya seamos conscientes de que lo que habíamos creído no es cierto, cuando ya tenemos una idea en nuestra mente en contra de dios o de otra persona, para ser libres necesitamos:
1) Perdonar a los protagonistas del evento que nos marcó
2) Sanidad interior: con nuestros ojos de fe vamos a ver a Jesús entrando en el cuadro en donde supuestamente fuimos heridos y vamos a verlo sanando nuestro corazón porque por haber creído que esa experiencia fue verdad.
3) Que el espíritu santo nos revele lo que realmente pasó | Juan 16:13
4) Renovar nuestra mente y obligarnos a creer solo lo bueno | Filipenses 4:8
5) Echar fuera los demonios que van a regresar para tratar de llenarnos con argumentos en contra de esas personas.
6) Perdonar a Dios: Sabemos que Dios no tiene que ser perdonado porque él no hace nada malo, pero para ser sanos tenemos que:

A) Perdonar lo que creímos que Dios había hecho o permitido.
B) Llevar cautivo todo pensamiento que hemos tenido en contra de Dios. | 2 Corintios 10:5
C) Arrepentirnos y obligarnos a pensar y a decir solo lo bueno de Dios.
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