¿Por qué habían MONEDAS ERÓTICAS en la ANTIGUA ROMA?

#HistoriasdelaHistoria #JJPriego #Historia Igual que hace unos años se descubrió una moneda de Roma con la forma de un jamón. Ahora tenemos las spintriae, monedas o fichas en las que se representaban distintas posiciones sexuales. Posiciones porno en el anverso y una numeración en el reverso… ¿Queréis saber más de esta historia? Acompáñanos.

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CRÉDITOS:

Creación y edición: Jose J. Priego "JJ"
Texto: Javier Sanz.
Imágenes: https://pixabay.com/en/service/terms/...

GUIÓN:

¿Para qué se utilizaban este tipo de monedas cachondas?

Bueno, las versiones más conservadoras. Y menos originales, todo sea dicho de paso. Establecen que las spintriae (acuñadas en la época de César Augusto y su hijo adoptivo Tiberio) se acuñaron como burla a la campaña de moralidad que implantó César Augusto.

Según Suetonio. Un historiador y biógrafo romano durante los reinados de los emperadores Trajano y Adriano. Suetonio dijo que por tener alguna de estas monedas, en las que se representase al emperador en un burdel o letrina, te podían acusar de alta traición. También se dice que podrían ser fichas de algún tipo de juego. Pero yo me voy a quedar con otras versiones mucho más originales, como no…

Sabiendo que en Roma tenían todo perfectamente organizado. Pensad que hasta la prostitución estaba regulada por la licentia Stupri. No me extrañaría nada que hubiesen sido utilizadas como fichas en los puticlubs.

Al entrar allí, en el lupanar, se pagaba al leno, el propietario, el servicio contratado. Éste te entregaba la spintriae que representaba dicho servicio y en la que el número del reverso indicaba el habitáculo donde serías atendido.

Sobre la puerta del habitáculo estaba pintado el número y en su interior tenían una cama de mortero sobre la que se colocaba un colchón de paja o plumón. Unas lucernas y una palangana para asearse eran el único mobiliario.

En el de Pompeya, todavía pueden verse los arañazos en sus paredes, idénticos a las que hoy pueblan los aseos de medio mundo, mostrando frases tipo “Varinia ama a Marcelo”, “el hornero es un felón”, “Craso la tiene de un palmo” o “Cato se tira a Lucila”…

Y puestos a darles utilidades, rayando lo cómico ya, se dice que las spintriae también podrían haber sido utilizadas por los legionarios. En sus conquistas por medio mundo, los legionarios tenían que tratar con gentes de diferentes lenguas que eran desconocidas para ellos, así que utilizando las spintriae le decían a los prostitutas locales el servicio que quería.

Cambiando de tema, pero siguiendo con las monedas.

¿De donde sale la palabra moneda?

Muchas veces se ha dicho, con verdad, que la palabra crisis viene del griego y significa oportunidad. Como griega es también la palabra Economía, que deriva del vocablo oikos que significa “casa” y nomos, que significa “ley o gestión”.

Por tanto la economía es la gestión de la casa. Pero la economía no sería nada sin dinero ni monedas y ahí es donde quiero llegar.

El genérico dinero proviene del nombre de una moneda romana, el Denario, moneda que equivale a diez ases. El as es la base del sistema monetario romano, nuestro euro, y su peso equivale a una libra (327 gramos).

En cambio, nuestra palabra moneda deriva de la madre de las Musas, Mnemósine.

Resulta que el poeta latino Livio Andrónico utilizó el término Moneta para referirse a la griega Mnemósine. Moneta, es por tanto, la latinización del griego Mnemósine.

Posteriormente, esta divinidad fue asociada a Juno. Juno era la madre de los dioses y era honrada bajo este epíteto, el de Juno Moneta, en un templo ubicado cerca de la ceca de Roma, situado en la colina del Capitolio. Aquí actualmente está la iglesia de Santa María en Aracoeli.

Por la proximidad entre la casa de la moneda y el templo de Juno Moneta, el producto de la fábrica se identificó con el lugar. Y lo llamaron moneda. Hay, sin embargo, una etimología popular. Y es la más extendida, como casi siempre ocurre. Esta hace derivar el epíteto Moneta del verbo latino moneo que significa “recordar, advertir, amonestar” desde el participio en femenino de dicho verbo: Monita.

Curiosidad, según la leyenda, la diosa Juno advirtió de la invasión de los galos a la ciudad de Roma, en el año 390 a.C, al hacer que sus gansos sagrados graznasen. Con el ruido de sus gansos despertó así a la guardia que impidió que el Capitolio fuese tomado por los galos enemigos y así salvar la ciudad.

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