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Cuando España pudo haber ganado La Guerra de las Independencias Hispanoamericanas.

La Guerra de las Independencias Hispanoamericanas fue un conflicto belico que azoto la region hoy en dia conocida como Hispanoamerica, donde las poseciones españolas de la America Continental, en forma de naciones Republicanas recientemente independizadas, lucharon contra los realistas Españoles que buscaban restablecer la soberania española sobre Hispanoamerica, este conflicto termino oficialmente en 1833 con la muerte de Fernando VII, y culmino con una Decisiva victoria independentista.

Al acabar el siglo XVIII, gracias a su dilatado imperio, España figuraba aún entre las grandes potencias internacionales. El imperio no sólo aportaba prestigio y peso diplomático; también resultaba crucial para la economía española. En el último tercio del siglo el tráfico con los territorios de ultramar representó cerca de la mitad del comercio exterior. Absorbía un 48% de las exportaciones, integradas por productos españoles pero también por artículos europeos, pues España en calidad de metrópoli ejercía el monopolio del comercio, y todos los países que quisieran traficar con las Indias debían hacerlo a través de los puertos españoles. Los territorios americanos también ofrecían un suministro constante de metales preciosos: entre 1784 y 1796 las minas de plata de México y el Alto Perú aportaron una media anual de 355 millones de pesos.

Sin embargo, sostener el imperio no resultaba fácil. Si preservar el monopolio comercial y eliminar el contrabando en tiempos de paz ya era de por sí complicado, más lo fue desde finales del siglo XVIII, cuando la alianza de España con Francia obligó a mantener un estado prácticamente permanente de guerra con Gran Bretaña. Las contiendas hispano-británicas entorpecieron el comercio español con América, hasta el punto de interrumpirlo casi por completo: en 1801 el promedio anual de exportaciones a las Indias había descendido un 93%; las importaciones también cayeron radicalmente. Tras la destrucción de la flota española en la batalla de Trafalgar, en 1805, Gran Bretaña se aventuró, incluso, al ataque directo a las costas americanas. En 1806 y 1807 la armada británica trató de ocupar el puerto de Buenos Aires y las autoridades virreinales rechazaron el ataque. Una acción que reveló la impotencia de España para defender sus reinos ultramarinos y demostró a los criollos (descendientes de españoles nacidos en América) la propia fuerza que tuvieron en el desarrollo y el triunfo frente a las pretensiones inglesas.

Muchos años antes del comienzo del conflicto, en 1808, se reconocen antecedentes al proceso independentista en Hispanoamérica. Algunos se produjeron en la América española, otros en la metrópoli española, y el último grupo fueron internacionales, de influencia mundial reconocida, como la revolución francesa o la independencia de los Estados Unidos de América.

Desde décadas anteriores existieron revoluciones de las más diversas características y finalidades, pero que no formaron parte del movimiento independentista hispanoamericano, entre las que se destacaron la rebelión de Túpac Amaru I en Perú (1570), la de Guillén de Lampart en México (1640-1643), las Revoluciones de los Comuneros en Paraguay (1721-1735), la del canario Juan Francisco de León contra el monopolio de la Real Compañía Guipuzcoana en Venezuela (1748), el levantamiento maya liderado por Jacinto Canek en Yucatán, México (1761), y el levantamiento quechua-aymara liderado por Túpac Amaru II en el Cuzco, Perú (1780-1781). La Revolución de los comuneros en Socorro (actual Santander, Colombia), además de la guerra de Arauco en la que el pueblo mapuche había detenido el avance español por más de dos siglos.
Las ideas liberales de la Ilustración que fueron difundidas en América y en toda Europa y que llegaban a las universidades, las academias literarias y las sociedades económicas fomentaron los ideales revolucionarios que eran contrarios a la actuación de la Monarquía española en su Imperio. Entre estas nuevas ideas sobresalían el principio de soberanía nacional, el contrato social de Rousseau, y los derechos individuales, opuestos al absolutismo real.
Los encuentros de los máximos dirigentes hispanoamericanos de la revolución en el exterior y la participación de algunos de ellos en las revoluciones liberales europeas, así como sus contactos con los gobiernos exteriores.

Por parte de la misma monarquía española se desarrollaron planes para dar una independencia total, regulada y pacífica a los virreinatos americanos durante los años 1804 y 1806, pero que se vieron interrumpidos por sucesos dramáticos de la política europea española bajo el reinado de Carlos IV de España.

Видео Cuando España pudo haber ganado La Guerra de las Independencias Hispanoamericanas. канала Leander Auditore
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11 сентября 2018 г. 20:52:18
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