Errol Spence responde a las acusaciones de estar ''acabado''

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Errol Spence, el ex campeón mundial unificado de peso welter con un récord de 28-1 y 22 nocauts, ha contraatacado a quienes en las redes sociales lo han etiquetado como "acabado". Spence, quien ha estado ausente del ring durante dos años y viene de una derrota por nocaut en el noveno asalto ante Terence Crawford el 29 de julio de 2023, considera que el término se usa "demasiado a la ligera". Su última pelea fue una victoria por nocaut técnico en el décimo asalto contra Yordenis Ugas el 16 de abril de 2022. Con Spence a punto de cumplir 35 años la próxima semana, las críticas sobre su estado físico y mental han sido constantes. Los fanáticos argumentan que la larga inactividad, junto con su edad, la derrota devastadora ante Crawford y las numerosas lesiones, son indicadores de que su carrera podría haber llegado a su fin.

A pesar de su tiempo fuera del ring y su considerable riqueza, que algunos creen ha mermado su ambición, Spence insiste en que no está acabado. Sin embargo, la falta de combates en los últimos años ha provocado una caída en su rendimiento. Para demostrar que aún tiene lo necesario, Spence debe regresar al ring y enfrentar desafíos significativos. Su confianza parece estar en juego, y aunque físicamente podría estar en condiciones, mentalmente podría haber perdido el ímpetu.

Por otro lado, el campeón de peso junior mediano del WBC y la WBO, Sebastian Fundora, ha expresado su interés en enfrentarse tanto a Spence como a Crawford después de su defensa del título contra Chordale Booker el 22 de marzo. Fundora ha dejado claro que está dispuesto a pelear contra cualquiera de los dos, lo que podría presentar una oportunidad para Spence de redimirse y probar que aún tiene lo necesario para competir al más alto nivel.

En este contexto, la pregunta sigue siendo si Spence puede demostrar a sus críticos que están equivocados. La próxima decisión de Spence sobre su futuro en el boxeo será crucial. Renunciar a la pelea contra Fundora podría interpretarse como una señal de debilidad, mientras que aceptarla y rendir a un alto nivel podría silenciar a sus detractores. La situación de Spence es un recordatorio de lo difícil que puede ser la vida de un boxeador en la cúspide de su carrera, donde las expectativas son altas y los márgenes de error, muy estrechos.

En resumen, el destino de Errol Spence en el boxeo está en una encrucijada. Con la presión de las redes sociales y la expectativa de los fanáticos, su próximo movimiento será determinante para definir su legado en el mundo del boxeo. La posibilidad de una pelea con Sebastian Fundora presenta una oportunidad para que Spence demuestre su valía y acalle las voces que lo etiquetan como "acabado". Solo el tiempo dirá si Spence puede superar estos desafíos y recuperar su lugar en la cima del boxeo mundial.

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