come orejas

“come orejas” es un cuento de daniel delfino que pertenece a “la perla”

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Come orejas

A mi tío Atilio le gusta comernos las orejas. En las navidades, en los cumpleaños que se hacen en su casa, nos corre para comernos las orejas. Con mis primos y mi hermana, cuando estamos jugando en el patio y vemos que viene el tío Atilio, salimos corriendo a la calle. El corre atrás nuestro y grita como un loco. Al principio es divertido, pero después me da mucho miedo que pueda alcanzarme y corro rápido como mi primo Leonardo, que es más grande que yo y va a quinto grado. Mi prima Mariel, mi hermana y mi primo Elio siempre se quedan atrás. Mi tío Atilio los alcanza, pero siempre agarra a mi primo Elio. Mientras corremos, el barrio parece otro lugar, un lugar raro. Siempre nos escondemos con Leonardo en la entrada del club de la vuelta hasta que llegan Mariel y mi hermana gritando sin parar. Después se callan y nos quedamos todos ahí escuchando a mi primo Elio gritar de dolor mientras el tío Atilio le come las orejas. Un rato después, todo se queda en silencio y con miedo volvemos y miramos para todos lados si el tío se fue y nos acercamos a Elio que siempre está llorando con las orejas rojas todas mordidas. A mí me preocupaba que un día se las arranque y no pueda escuchar más, pero mi hermana me dijo que yo soy un tonto porque se escucha con los oídos.
Atrás de la casa del tío Atilio, hay otra casa y más atrás otra casa. Son todas del tío Atilio y de la tía Lidia. El dice que en esas casas van a vivir mis primas Vera y Viviana, que son grandes y van a la secundaria. En la casa de atrás de todo, que está llena de muebles y cosas viejas, hay unos floreros enormes llenos de pelotitas negras, bien duras y que mi papá me contó que caen de una cancha de paleta que está atrás, en un club y que se puede ver desde la terraza. Yo a veces subo a la terraza y lo único que veo son luces, las paredes de la cancha de paleta son muy altas y tiene un techo de alambres rotos y oxidados. Se escuchan personas que gritan enojadas, no parece que estuvieran jugando. Pero mi papá dice que juegan y que las pelotitas se escapan por los alambres rotos y el tío Atilio las junta. Yo nunca vi caer ninguna. Yo que mi tío se las devolvería a los que juegan a la paleta pero a él le gusta juntarlas en esos floreros enormes. No sé para qué las quiere. Elio me contó que una vez el tío Atilio le hizo morder una de esas pelotitas para que no le duela cuando le muerde las orejas.

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Видео come orejas канала Daniel Delfino