Mesera trató con toda amabilidad su cliente Cuando se fueron y vio la mesa soltó en llanto

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Mesera trató con toda amabilidad su cliente. Cuando se fueron y vio la mesa soltó en llanto

La siguiente historia cambiará tu perspectiva de la vida. En ella, descubrirás que el karma existe y que lo mejor es hacer el bien y practicar la compasión.

Poderosa Lección Sobre La Caridad Y Los Favores
Un hombre transitaba por una autopista cuando se percató de que una anciana, estaba varada al costado del camino. Entonces detuvo su auto, junto al de la mujer, bajándose para ver ¿qué ocurría?

Ella desconfiaba un poco de la generosidad del hombre, sin embargo, él le ofreció su mejor sonrisa. La mujer tenía mucho tiempo allí y nadie se había detenido a ayudarla, por lo que se asustó un poco cuando este buen samaritano llegó a su lado.

Él le ofreció que esperara en su auto y así se refugiara del frío, mientras él arreglaba el auto descompuesto. Su nombre era Bryan Anderson.

Resultó que el carro de la mujer tenía un neumático pinchado. Él con gran agilidad, se puso como misión arreglar ese problema. Mientras trabajaba, la mujer, que se encontraba en el auto de Bryan, bajó la ventanilla y comenzó a hablar con él y a agradecerle por tan noble gesto.

Cuando terminó, ella le ofreció dinero, pero él lo rechazó, ya que, no consideraba eso como un trabajo, sino como un gesto amable hacia otra persona. Le explicó que, si quería pagarle con algo, que lo hiciera con la próxima persona que viera que necesitara ayuda.

La mujer quedó pensativa ante tal iniciativa y poniendo su auto en marcha, se fue del lugar.

Algunos kilómetros más adelante, la mujer se detuvo en un pequeño café. Decidió entrar un comer algo, ya que aún le faltaba un gran tramo de carretera para llegar a su casa.

Una camarera se acercó a tomarle el pedido, era una chica bastante alegre y estaba embarazada de casi 8 meses. Entonces, la anciana se acordó de Bryan.

Después de terminar su comida, pagó con un billete de 100 dólares y cuando la chica regresó con su cambio, no pudo encontrar a la anciana. Esta, se había ido, dejándole una generosa propina. Fue hasta la mesa para limpiarla y se encontró con una servilleta, que tenía un mensaje escrito.

La nota decía que no le debía nada, que se quedara con el dinero y que una vez alguien la ayudó, por lo que se estaba formando una cadena de favores. Ahora era su turno de ayudar a alguien más. Para su sorpresa, debajo de la servilleta se encontraban cuatro billetes de 100$.
La chica estaba tan emocionada que apenas pudo concentrarse en su trabajo. Esa noche, al volver a casa, se dio una larga ducha y se fue a dormir pensando en lo que había pasado. Muy pronto nacería su bebé y su esposo, quien ya estaba dormido en la cama, estaba un poco preocupado por su situación.

Ella sonrió y lo abrazó diciendo: Todo estará bien. Te amo, Bryan Anderson.

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