Hombres nuevos para tiempos nuevos

Reflexión ofrecida para los sacerdotes de la diócesis de Garagoa, en Colombia.

1. La invitación de la Escritura

- "Cantad al Señor un cántico nuevo": el señorío de Dios sobre la Historia se manifiesta en la capacidad, que sólo Él tiene, de traer la novedad. Los imperios cambian de nombre y repiten sus abusos; el pecado nos somete a una rotación de extremos que se repite; los intereses humanos van de una polarización a la contraria, una y otra vez: sólo Dios trae novedad.
- Contraste entre las fieras y el Hijo del Hombre, en el profeta Daniel (7,1-14). Sólo de Dios, sólo "del Cielo" viene la auténtica novedad, que puede resumirse así: Sólo Dios humaniza. Esta promesa se hará realidad en Cristo, que quiso ser conocido precisamente como "el Hijo del Hombre."
- Anuncio de una nueva Alianza en Jeremías 34 y en Ezequiel 36. Sólo Dios puede obrar "desde dentro" del corazón humano. Dios transforma al hombre sin suplantarlo, sin oprimirlo, sin anularlo. Es la transformación que, en palabras de San Agustín, sólo puede lograr el amor.
- Dios promete un "germen" de novedad en Isaías 43,16-21.
- En el nacimiento de Jesús, los ángeles del Cielo anuncian una "gran noticia, que lo será para todo el pueblo" (Lucas 2,10).
- La gente contempla con asombro los milagros de Jesús y exclama: "bien lo ha hecho todo; hace a los sordos oír, y a los mudos hablar" (Marcos 7,37).
- Y ante sus palabras dicen los guardias del templo: "Nunca nadie ha hablado así" (Juan 7,46).
- Cristo mismo es consciente de la novedad que Él trae, pues afirma: "Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron" (Mateo 13,16-17).
- La novedad absoluta está en la Pascua de Cristo: su muerte en la Cruz y gloriosa resurrección, hasta el punto de que los judíos la veían como un "escándalo" y los sabios griegos como una "necedad" (1 Corintios 1).
- San Pablo hace clara la diferencia entre el hombre "viejo" y el hombre "nuevo." Leemos en Colosenses 3,1-10.
- En Apocalipsis 21,1-6 se anuncia una última y decisiva novedad.

2. El tiempo en que vivimos
- Algunos rasgos:
- La pandemia ha acelerado y exacerbado situaciones personales, familiares, comunitarias y sociales de tensión, polarización, agresividad y depresión.
- Las redes sociales han multiplicado la información y la desinformación; el balance es complejo pero en general parece que vemos avanzar la confusión y los extremismos tanto en lo social como en lo político e incluso lo eclesial.
- Hay un lastre emocional muy fuerte, que pesa sobre muchas personas, incluyéndonos, por supuesto: situaciones de duelo, incertidumbre, miedo.
- También hay aspectos positivos: afirmarnos en nuestras raíces de fe, de solidaridad, de servicio, de creatividad, de unión con Dios.
- El reto principal es: ¿Cómo ver una OPORTUNIDAD en estas DIFICULTADES y DESAFÍOS? Oportunidad para:
- Renovarnos: oración a solas; purificación de la intención; espíritu de penitencia; cuidado de nuestra salud
- Formarnos: retomar lecturas; estar atentos al fondo de las noticias; utilizar nuevas posibilidades y herramientas
- Ampliar nuestro servicio: lo aprendido en la virtualidad no debe terminar cuando las condiciones más "normales" retornen

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