La oración que parece imposible

Recomendaciones básicas de sensatez

- Siempre es bueno HABLAR con alguien más tranquilo, más sensato y más creyente que uno antes de que las cosas se agraven más.
- Conviene considerar con sencillez si ha llegado el tiempo de recibir ayuda profesional psicológica; estos servicios están cada vez más disponibles para más personas.
- Siempre es necesario cuidar los pilares básicos de toda vida humana: comer a tiempo y de modo tan saludable como sea posible; dormir las horas necesarias; tener alguna actividad física adecuada; respetar los tiempos de distracción y entretenimiento.
- Ayudan igualmente los ritmos adecuados de piedad y vida espiritual; este no es el tiempo para dejar las buenas prácticas, así cueste un poco más hallarles su sentido.

Vamos a la esencia del problema

- Se ha difundido mucho la idea de "medir" o "definir" la oración cristiana a partir de modelos no-cristiano y no-bíblicos, como por ejemplo, el yoga o la meditación zen. Esta confusión lleva a un falso modelo de oración como algo que DEBE ser tranquilo, plácido, reconfortante y cuyo fruto más importante es una especie de armonía mental y emocional. Todo lo que tiene que ver con Nueva Era va en esa línea y, repito, es algo MUY difundido hoy.
- Con esa idea falsa de oración muchas personas sienten equivocadamente que "están orando mal" cuando no obtienen esa placidez al orar, o cuando se sienten muy turbado como para ponerse a orar.
- El peor malentendido es creer que uno tiene que estar tranquilo o lograr siempre tranquilidad cuando hace oración. Es verdad que la oración a largo plazo trae paz sólida a nuestra vida pero no es algo "mágico" que debamos esperar de CADA momento de oración.
- Sobre todo conviene ir a los salmos (tema de una de nuestras charlas anteriores): los orantes de los salmos SON PERSONAS COMO NOSOTROS, con miedos, ira, dolor: hay corazones abatidos, personas que sienten que se hunden en un pozo, gente que se descubre rodeada de enemigos. La Biblia nos enseña a hacer oración REAL.

Propuestas específicas

- La clave está en NO PONER A PELEAR nuestras emociones y nuestras oraciones.
- Sugerencias de petición:
- Pedir alegría, consuelo, esperanza. No creernos de bronce insensible ni hablar como si nuestros requisitos emocionales fueran inagotables.
- Pedir sabiduría, discernimiento, capacidad de escucha. Preguntar con amor y con fe: ¿Qué quieres decirme con esto, Señor?
- En general, no es buena idea pedir simplemente "paciencia," sobre todo si estamos padeciendo lo que otras personas nos hacen porque al final uno termina llevando cuentas. Suele ser más sensato y sincero algo como: "Hazme justicia, Señor, según tu sabiduría y tu voluntad" "Muéstrame qué paso debo dar en este caso" -- Recordar que el simple padecer la injusticia o el maltrato, sea de quien sea, no suele ser un camino para que a otra persona mejore, y en ese sentido, NO ES CARIDAD.
- Súplicas útiles de crecimiento:
- Crecer en la confianza, al estilo: "Jesús, yo confío en ti."
- Crecer en la gratitud; pedir ojos limpios para ver lo bueno en lo que nos rodea y en quienes nos rodean. Recordar que cuando estamos disgustados tendemos a ver solo lo malo de los demás.
- Crecer en la ofrenda de nosotros mismos, al estilo: "Por tu amor, Jesús" "Por los misioneros, Jesús" "En unión con los agonizantes, Jesús" "Por mi conversdión y la conversión espiritual de los sacerdotes, Jesús"
- Crecer en la unión con el Señor: "Esto quiero vivirlo contigo, mi Señor" "Enséñame cómo se vive esto, Jesús" "Esto me supera a mí pero no a ti, que eres mi Maestri y Señor"
- Frente al dolor recibido o las situaciones de las personas que amamos; cinco propuestas:
- La conocida oración: "Señor, cumple tu voluntad en ___" (se añade el nombre de la persona)
- Algunas imágenes mentales ayudan: Mi madre hablaba de "poner en remojo" a una persona, como si fuera ropa percudida. O esta oración: "Rodea a ___ del fuego de tu amor que transforma" "Sal al paso de ___ cuando tú quieras y como tú quieras, Señor"
- "Reclamo para ti el don que ___ tiene porque tú se lo has dado"
- Apelamos a los Ángeles Custodios: "estrategia" muy propia de San Pio de Pietrelcina.
- Cuando percibimos con claridad el espíritu de burla y maldad del enemigo, no perdamos la serenidad. Si hemos de interceder, es buena idea decir algo como: "San Miguel, hiérelo con tu espada de humildad y amor a Dios" Recordemos en el Génesis que las "heridas" de los ángeles son medicina de Dios.

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