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Las puertas de Piedra - "Buscando el viento" composed by Álvaro Galindo

No os olvidéis de comentar. A petición de varios amigos, he compuesto esta canción inspirada otra vez en el magnífico libro de "El nombre del viento". Esta vez, trata sobre la búsqueda de tal nombre y he añadido uno de los capítulos más especiales en este aspecto. Espero que lo disfrutéis. ¡Un saludo!
Os dejamos aquí el enlace de esta canción a otras plataformas:
Spotify: https://open.spotify.com/track/7d0FoDiaLBcaeuE9R2bRS7?si=8ePWD18bRB6ja5khQbYtaQ
Amazon music: http://amzn.eu/ejP6irj
Itunes: https://itunes.apple.com/es/album/looking-for-the-wind/1225943771?i=1225944260
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Capítulo 86 Fuego en sí

[…]
Los nombres dan forma al mundo, y un hombre que puede pronunciarlos va camino del poder. Al principio, el Arcano era un reducido grupo de hombres que entendían las cosas. Hombres que sabían nombres poderosos. Enseñaron a unos pocos alumnos, despacio, guiándolos con cuidado hacia el poder y la sabiduría. Y la magia. La verdadera magia. —Miró los edificios circundantes y a los alumnos que pululaban por allí—. En aquellos tiempos, el Arcano era un coñac fuerte. Ahora es un vino aguado.
Esperé hasta estar seguro de que el maestro había terminado de hablar.
—Maestro Elodin, ¿qué pasó ayer? —Contuve la respiración y confié, contra todo pronóstico, en que Elodin me diera una respuesta inteligible.
El maestro me lanzó una mirada burlona.
—Pronunciaste el nombre del viento —dijo, como si la respuesta fuera obvia.
—Pero ¿qué significa eso? Y ¿a qué se refiere cuando dice «nombre»? ¿Es solo un nombre, como «Kvothe» o «Elodin»? ¿O es algo más parecido a «Táborlin sabía los nombres de muchas cosas»?
—Ambas cosas —respondió al mismo tiempo que saludaba a una atractiva joven que estaba asomada a la ventana de un segundo piso.
—Pero ¿cómo puede un nombre hacer algo así? «Kvothe» y «Elodin» no son más que sonidos que producimos, no tienen ningún poder por sí mismos.
[...]
—¿Cómo llamé al viento si no sabía cómo hacerlo?
Elodin dio una fuerte palmada.
—¡Esa es una excelente pregunta! La respuesta es que todos tenemos dos mentes: una mente despierta y una mente dormida. Nuestra mente despierta es la que piensa, habla y razona. Pero la mente dormida es más poderosa. Ella ve en lo más profundo de las cosas. Es la parte de nosotros que sueña. Lo recuerda todo. Nos proporciona intuición. Tu mente despierta no entiende la naturaleza de los nombres. Pero tu mente dormida sí. Ella ya sabe muchas cosas que tu mente despierta ignora.
Elodin me miró.
—¿Recuerdas cómo te sentiste después de pronunciar el nombre del viento?
Asentí; no era un recuerdo agradable.
—Cuando Ambrose rompió tu laúd, hizo despertar a tu mente dormida, que, como un gran oso que hubiera estado hibernando y al que hubieran pinchado con un hierro al rojo, se irguió y rugió el nombre del viento. —Se puso a manotear en el aire, atrayendo miradas de extrañeza de los estudiantes que pasaban por allí—. Después, tu mente despierta no sabía qué hacer con aquel oso furioso.
—¿Qué hizo usted? No recuerdo lo que me susurró al oído.
—Era un nombre. Era un nombre para aplacar al oso enfurecido, para volverlo a dormir. Pero ya no está profundamente dormido. Tenemos que despertarlo poco a poco y lograr que lo domines.
[...]
—¿De qué color es la camisa de ese chico?
—Azul.
—¿Qué quiere decir azul? Descríbelo.
Reflexioné un momento, pero no encontré la forma de describirlo.
—Entonces, ¿azul es un nombre?
—Es una palabra. Las palabras son pálidas sombras de nombres olvidados. Los nombres tienen poder, y las palabras también. Las palabras pueden hacer prender el fuego en la mente de los hombres. Las palabras pueden arrancarles lágrimas a los corazones más duros. Existen siete palabras que harán que una persona te ame. Existen diez palabras que minarán la más poderosa voluntad de un hombre. Pero una palabra no es más que la representación de un fuego. Un nombre es el fuego en sí.

Utilizar palabras para hablar de palabras es como utilizar un lápiz para hacer un dibujo de ese lápiz sobre el mismo lápiz. Imposible. Desconcertante. Frustrante. —Alzó ambas manos por encima de la cabeza, como si tratara de tocar el cielo—. ¡Pero hay otras formas de entender! —gritó riendo como un niño pequeño. Alzó ambos brazos hacia el cielo sin nubes, sin dejar de reír—. ¡Mira! —gritó echando la cabeza hacia atrás—. ¡Azul! ¡Azul! ¡Azul!

Видео Las puertas de Piedra - "Buscando el viento" composed by Álvaro Galindo канала HG - Hermanos Galindo
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11 июня 2016 г. 18:05:27
00:02:44
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