Cuando estaba en coma, el Señor le mostró sus pecados y un camino para volver a la Vida

Este es el testimonio y la impresionante experiencia que vivió Arianna Valarezo durante su estado de coma inducido. Unos hechos que transformaron por completo su vida.

Nació en una familia católica y tuvo una infancia feliz. Le gustaba la aventura, explorar la vida. Con la adolescencia las cosas iban dando un giro más radical y su alejamiento de Dios fue en aumento. Invirtió aquellos años dando rienda suelta a esa inquietud por conocerlo todo y vivir todo tipo de sensaciones, "como cualquier adolescente" y contra el criterio de sus padres. En particular, fue creciendo el rechazo hacia su madre, empeñada en contener aquel camino que no apuntaba en buena dirección. Con el tiempo, esa herida afectiva creció y la sensación de vacío también. Arianna iba "rellenando" carencias con estudios, trabajos exitosos y mucha diversión. No sentía para nada la necesidad de Dios: "mi vida estaba bien, era correcta, conforme a lo que se espera de una mujer de hoy". Pero, en el fondo, se cuestionaba el sentido de la vida. "Busqué por todos lados y cada vez el vacío era más grande", comenta en su testimonio para Mater Mundi. Recurrió a todo tipo de terapias alternativas: yoga, reiki, ayahuasca... Incluso las incorporó en su consulta ya ejerciendo como psicóloga. Pero veía que todas eran opciones muy limitadas.

A los 33 años, viviendo una tormentosa relación de pareja, se quedó embarazada. Decidió tener al bebé. El parto fue complicado y, durante la cesárea que le practicaron, resultó infectada por una bacteria que acabó causándole una septicemia. A la espera de entrar de urgencia en quirófano, su estado empeoraba rápidamente. Por primera vez después de muchos años, recibió los sacramentos de la Confesión, la Eucaristía y la Unción de enfermos. "En ese momento noté una paz que no había sentido en muchísimo tiempo", recuerda Arianna.

Una vez en quirófano tuvieron que inducirle el coma y, en ese estado, vivió una experiencia sobrenatural, "una visión" -dice Arianna- en la que su espíritu iba siendo testigo de diferentes escenas de pecado y vicios: guerra, lujuria, excesos, culto al dinero y al cuerpo... La gente parecía estar muy feliz, pero ella no veía luz en ninguna de esas personas. "Empecé a sentir terror de estar allí, y a negar que yo perteneciera a ese lugar". En medio de ese "mar de almas" que estaba viendo apareció una mujer hermosísima que la llamaba, la invitaba a adorarla y le prometía todo lo que quisiera. Luego aquella imagen empezó a transformarse en un hombre hermoso. "En ese momento comenzó una fuerte batalla espiritual que para mi duró una eternidad", relata. "Imploré a Dios su misericordia, le pedía que me perdonara y que me sacara de aquel espantoso lugar". Las escenas empezaron a cambiar y a revelarle el amor de Dios, la presencia maternal de la Virgen y el poder de la comunión de oraciones.

Arianna Varalezo comparte aquí cómo fue esta experiencia que hace unos años marcó el principio de su nueva vida. ¡No te lo pierdas!

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