Cometí un gran error saliendo con todos los amigos de mi hermana

Mi nombre es Abby. Estoy en mi tercer año de secundaria y no soy exactamente poco popular. Cuando camino por los pasillos con mis vestidos y mis faldas, los chicos y algunas chicas me envidian a mí y mi cabello largo y brillante. Una vez, una maestra se detuvo a mitad de clase para preguntarme dónde podía obtener el tono de lápiz labial que estaba usando. Todos saben mi nombre en la escuela y es genial, pero la atención que recibo de los chicos no es exactamente positiva la mayor parte del tiempo. Todos son aburridos y no tan guapos. Además, todos se visten como si acabaran de salir de la cama. Ningún chico en mi grado o en el grado anterior es digno de siquiera prestarles atención.

Pero los amigos de mi hermana Melissa sí que lo son.
Melissa es un año menor que yo. Ella es un poco geek y, sinceramente, el polo opuesto a mí. Mientras yo uso tacones, ella usa zapatillas de deporte. Llevo vestidos y ella usa pantalones de chándal. No recuerdo la última vez que no usó algo oscuro o desteñido. Ella es una marimacho, pero yo soy más una chica clásica.

Cuando éramos pequeñas, éramos muy amigas, pero nos distanciamos a medida que nuestros intereses se desarrollaron. Ella estaba interesada en los autos y yo estaba más interesado en las muñecas. Así que dejamos de estar tan cerca, pero aún nos amamos.

A medida que nos dirigíamos a diferentes grupos de amigos, ella comenzó a salir con chicos. Ella era amiga de estos cuatro geeks, delgados como ramitas y super pálidos. Sus nombres son Josh, Mark, Harvey y Sam. Todos llevaban anteojos y eran muy poco atléticos. A mí siempre me parecieron asquerosos, por eso me escondía en mi habitación cada vez que Melissa los invitaba, pero pronto me cansé de esconderme en mi propia casa, así que me metí en esta gran pelea con mi hermana y ella dejó de traerlos a casa, gracias a Dios.
Ahora desearía que no lo hubiera hecho.

No sé lo que hicieron, tal vez hicieron un trato con el diablo, pero tuvieron el mejor cambio que nadie haya tenido. Nadie se dio cuenta, pero con el tiempo, comenzaron a aumentar de peso, comenzaron a vestirse mejor, ir al gimnasio y ganar confianza. De repente, esos fantasmas que flotaban alrededor eran cuatro hombres enormes que eran imposibles de ignorar, y aún así se juntaban con mi hermana. No voy a mentir, era una de las chicas que babeaba sobre ellos cada vez que jugaban baloncesto en la cancha, pero a diferencia del resto, no miraba de mal modo a mi hermana. De repente, todas las chicas estaban celosas de ella.

En comparación con los babuinos que tenía como compañeros de clase, esos chicos eran dioses griegos absolutos. Honestamente estaba desesperada por un novio, así que quería estar cerca de ellos. Eran las únicas opciones.

Un día fui a la habitación de mi hermana después de cenar. Hacía mucho frío y tenía ropa tirada por todo el piso. También tenía carteles de bandas de las que nunca había oído hablar en todas sus paredes.

"Hey, Mel? ¿Puedo hacerte una pregunta?" Me acerqué a ella.
"Disparar." Ella dijo.
"¿Por qué ya no traes a los chicos?"
“¿En serio me preguntas eso? Abby, te pusiste en forma y me prohibiste que los trajera de vuelta aquí.” Ella rió.
Me senté en el suelo al lado de su cama.
"Bueno, sí, pero realmente odio la forma en que las chicas te miran cada vez que pasas el rato con ellos afuera, así que solo quería decirte que realmente no me importaría si las traes de vuelta". Dije tímidamente. Melissa era inteligente, estaba segura que podía ver a través de lo que estaba diciendo.
"¿Oh en serio?" Preguntó, apoyándose sobre sus codos. "¿Estás segura de que no solo quieres disfrutar de la vista?"
Me sonrojé de rojo brillante ante eso.
"Por favor, siguen siendo los mismos geeks que eran antes, solo odio ver que las chicas sean malas contigo".
"Bueno, si te importa tanto, creo que podría pedirles que vengan a jugar algunos videojuegos en el sótano". Ella dijo, volviendo a la revista que estaba leyendo cuando entré.

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