Zinaída Serebriakova - Bailarinas - Música Chopin

Zinaída Serebriakova (1884-1967) fue quizás la pintora más importante de la Rusia pre-revolucionaria. Perteneció al movimiento «Mir Iskusstva», sobresaliendo claramente de los demás miembros del grupo. Sus cuadros son pequeñas obras maestras que rezuman armonía y plasticidad, y sus escenas de género son asombrosamente exquisitas reflejando la vida rural de Rusia con sus campesinos trabajando. Ella estaba especialmente interesada en realzar la belleza y la armonía de las cosas cotidianas, reflejando en sus obras el alma de su tierra, especialmente conseguida en sus paisajes y sus gentes trabajando.

La revolución de Octubre la detiene en su ciudad natal, y en 1919, su marido muere de tifus y ella se queda pobre y sin apenas trabajo. En diciembre de 1920 se traslada a Petrogrado, lugar donde Zinaida Serebriakova comienza a dibujar la vida teatral de la ciudad sumergiéndose de pleno en la vida del cuerpo de baile hasta dentro del vestuario, dónde tutus y adornos comparten espacio con las rondeces del desvestido. Su buen olfato para captar el ballet le viene de familia, su madre era la hermana de Alexander Benois, aquel al que tanto debe la estética de los Ballets Rusos y perteneció brevemente al grupo Mir Iskutsva. Pronto su hija Tatiana comienza a estudiar ballet e interpretación, y a trabajar en el Teatro Mariinsky, donde ella acudía a acompañarla y a pintar.

En 1924, Serebriakova parte a Paris para encargarse de un mural, sin saber que aquello supondría su exilio final de Rusia. Con esta pequeña colección de sus cuadros relacionados con la danza, su relación con el mundo del ballet se corta.

Los largos años de Serebriakova lejos de Rusia estuvieron llenos de nostalgia. Las obras que produjo después de 1924 indican que incluso en una tierra extraña todavía se apegaba a su tema favorito de la vida popular, permaneciendo fiel al arte del realismo.

Zinaida Serebriakova viajó mucho, y en todas partes, ya sea en Bretaña, Argelia o Marruecos, era la gente común lo que atraía la mente de la artista. Entre los mejores trabajos que produjo como resultado de estos viajes están sus retratos de campesinos y pescadores en Bretaña. La característica más destacada de sus paisajes y retratos posteriores fueron la propia personalidad de la artista: Su amor por la belleza, bien fuera relacionado con la naturaleza o con el ser humano. Sin embargo, le faltaba lo más importante: la conexión con lo que le era cercano y querido.

En 1966 se montó una gran exposición de las obras de Zinaida Serebryakova en Moscú, Leningrado y Kiev.

El 19 de septiembre de 1967, a la edad de ochenta y dos años, Zinaida Serebryakova murió en París.

Música: E Minor Prelude - Chopin

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