Carta para la mujer que se enamore de mi hijo

Para la mujer que se enamore de mi hijo ...

No sé exactamente cuándo te daré esta carta.

Quizás en 10 años, quizás un día antes de que te cases con él. Lo único que espero es estar viva para ese momento de conocerte.
Puede resultar un poco tonto de mi parte estar escribiendo esta carta, cuando mi hijo es un niñito pequeño que duerme a mi lado con su pijama de paw patrol.

Pero ya he escuchado y leído bastante que el tiempo pasa rápido cuando eres mamá y que en un cerrar y abrir de ojos,
las pijamas de paw patrol, de carritos y super héroes se quedan cortas,
los niños dejan de dormir en la cama de su mamá y en menos de lo que crees se van a otra casa, a dormir en otra cama y se acurrucan en los brazos de otra mujer.

En algún momento de su camino. Él te encontrará y todo cambiará.

Porque en este momento él me escoge siempre a mí.
Yo soy siempre su primera elección para jugar a las carreras de cochecitos o para que le lea un libro.
Él ama la comida que yo le preparo más que cualquier otra comida.
Sólo con mis besos de buenas noches es con lo que se puede dormir.

Pero sé, que algún día, él te escogerá a ti.
Te escogerá a ti para pasar sus días, para vivir sus aventuras, para que tú lo acompañes antes de dormir.

No tengo idea de cómo eres, cuales son tus gustos ni tampoco si sacaste buenas notas en la escuela. No sé nada de ti pero algo es seguro, en unos años, te confiaré lo más sagrado y lo que más amo en esta vida; mi hijo…

En este momento, sus ojos se iluminan con la fuerza de mil soles cuando me ven llegar.
Pero algún día sus ojos brillarán por ti y esa sonrisa que hoy es solo mía, será para ti; por pensarte, por imaginar su vida al lado tuyo, por verte llegar…
Él se memorizará tus manos, tus ojos y tu cara y tendrá fotos de ti en su oficina, ​quizá también ponga alguna en su súper cohete espacial que es donde hoy planea trabajar cuando sea grande.
Hoy yo soy su súper héroe, a mí pide que haga que deje de llover, que vuelva a pegar la galleta que partió en dos o que le ayude a contar las estrellas. Pero un día tú serás su heroína, la que lo haga sentir bien cuando se sienta tri ste o enfe rmo, la que con sus caricias hará que su estado de ánimo mejore y con un solo beso lo hará sentir que la tormenta ha pasado.

Hoy yo le estoy enseñando a ser amable y a ser todo un caballero. Su papá y yo le estamos enseñando a respetar a los demás, a escuchar, a ayudar y asaber pedir ayuda. Y sólo espero que, algún día, te honre con ese respeto y amabilidad que mereces como la princesa que eres.

En este momento, su hogar es donde me encuentre a mí.
Pero un día, cambiará este lugar que lo hace feliz y le da tranquilidad por otro techo, él estará en la casa donde tú te encuentres.

Y todo esto está bien. Es maravilloso, de hecho.
Es un honor para mí ser la mamá de este pequeño niño, y será un honor conocerte también.
Espero que el mundo sea un lugar mejor cuando él te encuentre, y quiero que sepas que si lo tratas bien y lo haces feliz, te amaré sin importar nada y te trataré como a una verdadera hija, cuidaré de ti y procuraré tu bienestar para que ambos sean felices. Prometo no meterme en su vida, pero cuando ocupen un consejo, estaré ahí con una sonrisa para guiarlos por el mejor camino y brindarles la mano si ustedes me lo permiten, pues ahora ya no solo tendré un tesoro sino que este habrá crecido con tu llegada.

A ti, la persona que se ha enamorado de mi hijo, prometo enamorarme yo también de ti. Porque solo la persona que ama a mi hijo entenderá lo que hay detrás de esos brillantes ojos como yo lo hago. Esa persona pensará que su voz es adorable como yo lo pienso. Solo esa persona será capaz de apoyarlo y permanecer a su lado a pesar de los errores o disgustos.
Se reirá de sus broma e ingenio de la manera en que yo lo hago y su rostro brillará de la misma forma en que el mío se ilumina cuando lo veo llegar o me regala una mirada.
​
Y la verdad es que aunque ya lo tenga que compartir contigo, siempre seguirá siendo mío.

Así que ahora que lo tengo sólo para mí, antes de que sea también tuyo, apreciaré cada beso y cada abrazo.

Y un día, cuando lo ames y él te ame, estaré muy orgullosa. Orgullosa de la persona en la que se ha convertido y orgullosa de la persona con la que ha elegido pasar sus días.

A ti, la mujer que se ha enamorado de mi hijo hoy quiero decirte que no solo pongo en tus manos mi vida entera, sino que también te amaré hasta el fin de mis días
.
Adaptación de texto; Naran Xadul

"VOZ" Romina Valdez
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MAMÁ VUNTÚ
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